El
biomagnetismo, terapia complementaria para enfermedades
Lun,
12/11/2012 - 19:49
Utiliza
un par de imanes para erradicar hongos, virus y bacterias que serían el origen
de cualquier dolencia. “La energía biomagnética es nuestra fuerza de vida,
tanto como lo es el aire, el agua y la luz del sol”, afirma Alejandro Pizarro,
terapeuta en biomagnetismo y bioenergética. Agrega que es una terapia no
invasiva y preventiva, que fundamentalmente ayuda a la restauración de la
homeostasis interna de un sistema vivo
“El biomagnetismo
ha demostrado con creces que es una efectiva terapia de sanación. No tiene
efectos colaterales, no necesitas medicamentos y tiene muy bajo costo en
comparación a la medicina convencional”, detalla.
Según su
experiencia, los campos magnéticos aplicados en par en una persona acostada en
una camilla, vestida y con zapatos, producen una pequeña corriente eléctrica
debajo de la piel, lo suficientemente fuerte como para causar efectos
biológicos.
“Un campo
magnético atrae y repele las partículas cargadas de la sangre, creando
movimiento y calor. Esto dilata los vasos sanguíneos, incrementando la
circulación de la sangre y acelerando los procesos de curación y de
recuperación. Esto, entre muchos otros beneficios comprobados”, detalla.
Alejandro
Pizarro (stratojano@yahoo.es)
expone que con la energía que entregan los imanes se provocan cambios en la
migración de los iones de calcio, lo que proporcionaría calcio a los huesos y
que por otro lado, incrementaría la producción de hormonas de las glándulas
endocrinas. Y por si fuera poco, también dice que modifica el pH de los
líquidos, reduce el dolor y ayuda a la regeneración de células y nervios.
¿Es
posible tanta maravilla? Los terapeutas que entregan esta terapia y sus
pacientes afirman que sí.
¿Cómo
funciona?
No tiene
nada que ver con la magnoterapia que es unipolar y usa imanes de menor
potencia. Esta técnica es relativamente nueva aunque en la medicina china y en
la antigüedad se conoce sus beneficios hace miles de años.
El
biomagnetismo nace en México en 1988. Su precursor es el doctor Isaac Goiz,
quien se dio cuenta de la ingerencia que tenían los imanes en el cuerpo, cuando
trataba a un paciente desahuciado de VIH-SIDA.
“El
descubrió el par biomagnético, al rastrear a través de los pies con un imán de
carga negativa, qué le pasaba al paciente en sus diferentes órganos y se
encontró con el acortamiento del hemicuerpo derecho, cuando llego al punto del
timo, e intuyó que con un imán de carga contraria podía empujar las cargas y
neutralizarlas en otro punto del cuerpo, el recto, donde consiguió la igualdad
de los miembros inferiores, logrando, por primera vez, curar al primer paciente
de VIH SIDA”, declara Francisco Mena, pionero del biomagnetismo en Chile e instructor
autorizado por el Dr. Isaac Gooiz Duran.
La
técnica, continúa el experto de nacionalidad ecuatoriana, consiste en la
aplicación de campos magnéticos de mediana intensidad, que se impactan en
lugares específicos del cuerpo, que equilibran el ph, del cual del depende
nuestra salud.
“El ph se
altera por la presencia de microorganismos patógenos, virus, bacterias, hongos
y parásitos, que necesitan de acidosis y alcalosis para sobrevivir”, señala.
Entonces, al impactar el par biomagnético se restablece el ph neutro y afirma,
que con ello, desaparecerían por completo, los microorganismos, que a su
juicio, son los causantes del 98% de la patología humana.
“Usamos
pares de imanes de más de 1000 gauss de carga contraria y los ponemos en
lugares específicos del cuerpo que logran quitar la acidez, la alcalosis y
restablecer la salud. Los virus y hongos patógenos necesitan de acidez para
sobrevivir y las bacterias y parásitos necesitan de alcalosis”, detalla. El
diagnóstico se hace a través de un test o prueba muscular de la herramienta
llamada kinesiología, que se conoce como diagnóstico bioenergético, donde es el
propio cuerpo que acusa, dónde se encuentran los pares biomagnéticos o puntos
específicos hermanados, en desequilibrio.
Hasta la
fecha la revisión se realiza en más de 350. “Ese es el aporte del Dr. Goiz ,
fue él quien determinó la ubicación de estos pares biomagnéticos y con esa
información comienzas a trabajar”, señala el terapeuta Alejandro Pizarro.
Las
enfermedades
Francisco
Mena, que ha tratado a más de 20.000 pacientes en Ecuador, Chile, Perú,
Argentina, Uruguay, Brasil, Suiza y Alemania, explica que para ver resultados
se necesitan máximo tres terapias de treinta minutos cada vez y que este
tratamiento se complementa con cualquier otra terapia e incluso, con la
medicina alópata. Es una técnica eficiente en la prevención y detección de
cualquier enfermedad.
“No tiene
efectos secundarios y se puede aplicar a todas las personas sin límite de edad.
La única contraindicación es en pacientes que han sido o vayan a ser sometidos
a la quimioterapia o radioterapia”, declara Los especialistas, señalan que el
biomagnetismo es aplicable en cualquier enfermedad, ya que éste detecta su
origen biológico o patógeno.
“No es
una terapia paliativa sino curativa. Por tanto responde a le ley del todo o
nada. El paciente se sana o no”, subraya Mena. En esa línea, las enfermedades
que nombra como las más tratadas son cáncer, VIH Sida, artritis, fibromialgia,
diabetes, esclerosis, migrañas, lumbalgias, problemas digestivos, infertilidad,
herpes, gastritis, colon, problemas pulmonares, digestivos, bronquiales,
emocionales y mentales, entre otros.
¿Funciona
efectivamente? Al parecer y de acuerdo a los datos que entregan en el Centro
doctor Goiz de Chile, el experto mexicano, ha tratado a más de 300.000
pacientes en todo el mundo y ya tiene más de 20.000 “discípulos” trabajando en
toda America, Europa y China.
“Sus
resultados han sido avalados por varias universidades y ministerios de salud
publica en México, España, Ecuador y Cuba, donde en estos dos últimos países se
aplica en hospitales de atención primaria”, destaca Francisco Mena.