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¿QUÉ ES EL BIOMAGNETISMO MÉDICO?*

El Biomagnetismo Médico es un sistema de diagnóstico terapéutico medicinal que por medio de la aplicación de imanes de una determinada fuerza y polaridad opuesta en puntos específicos del cuerpo, consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de los padecimientos graves del hombre.
Es una disciplina terapéutica cuyo objetivo es el de conseguir el equilibrio bioenergético.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones del PH (Potencial de Hidrógeno) de los seres vivos; para tal objetivo el Dr. Isaac Goiz, nos ha provisto de un mapa corporal, en el que se detallan los puntos o Pares biomagnéticos (descubierto por él, en 1988) en los cuales se han de aplicar los imanes.
Por medio del Biomagnetismo Médico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas producidas por virus y bacterias. Se puede diagnosticar y brindar un tratamiento idóneo para cualquier enfermedad, siempre que no haya destruido o deteriorado el tejido del órgano afectado.

jueves, 30 de julio de 2015

Bebe agua de mar y beberás vida

Agua de mar que convierte desiertos en vergeles, cura desde una cirrosis a una rinitis, mejora la calidad de tu nutrición, fortalece las dietas infantiles y es avalada por investigaciones e informes médicos a lo largo de décadas. Ya. Ya sé que crees que quien la bebe muere rápido o se vuelve loco. Hay muchas historias de náufragos y varias películas que se te vienen a la cabeza. Pero ten en cuenta una cosa: nada (o poco) es como te contaron.

Yo ahora te voy a contar esa historia, la del náufrago, de otra forma.

¿Viajas conmigo a esta nueva isla líquida? Es una isla que te ha estado siempre esperando.

DE GRECIA AL SIGLO XIX

Herodoto escribió, cuatro siglos antes del nacimiento de Cristo, que “la cura de sol y el agua de mar se impone en la mayoría de las enfermedades y, sobre todo, en las afecciones de la mujer”. Eurípides, que “el mar cura las enfermedades de los hombres”. Y no se estaba refiriendo a las provocadas por la melancolía.

Tuvieron que pasar años y años, muchos años más, hasta llegar a un hombre, el investigador francés René Quinton. El reloj del tiempo marca esta fecha: finales del siglo XIX, comienzos del siglo XX. En 1904, Quinton publica “El agua de mar, medio orgánico” como estandarte de sus investigaciones. Para él, las enfermedades son un ‘ensuciamiento’ del medio interno celular. Somos un 70% de agua, de agua salada (así es nuestro sudor, así son nuestras lágrimas); si nuestro medio ‘marino’ se altera, nuestra salud se altera. Venimos del mar. ¿Lo dudabas?

Quinton experimentó con perros enfermos. En transfusiones, sustituyó toda su sangre porplasma marino. A finales del XIX, en 1897, ya demostró que el organismo del perro convertía ese agua de mar en sangre casi de forma inmediata, que el animal curaba y, además, reforzaba ampliamente su vitalidad. Más allá de sus experimentos, Quinton instaló en Francia ‘dispensarios marinos’ y curó con éxito enfermedades mortales en la época: cólera, tifus y tuberculosis quedaron anotadas en su lista de éxitos. Un colega coetáneo, el doctor Robert Simon, decía esto de su trabajo: “Tras sólo tres años de experimentos nadie puede prever los límites que el futuro concederá a este método. Los últimos ensayos (gota, reuma, ciática y tosferina) nos autorizan a pensar que el ámbito de sus aplicaciones se irá extendiendo”.

¿Ha sido así? No, ciertamente. El poder de los laboratorios farmacéuticos se impuso tras las guerras mundiales y fue mucho más fuerte que la labor de Quinton. Hoy, sin embargo, crecen sus discípulos que actúan y siguen su método ya por todo el mundo.

EL DOCTOR ÁNGEL GRÁCIA

Aquí le ven. Tiene 82 años y lleva décadas bebiendo agua de mar. Doctor en Veterinaria, premiado en todo el mundo, presidente de la Fundación Seawater con sede en Florida y autor de libros con títulos como “El poder curativo del agua de mar”. Ángel Grácia, maño, de Zaragoza, con un curioso acento hispano. Defensor a ultranza de las teorías de Quinton y promotor de una ‘hoja de ruta’ para llegar a lo que él llama la “Cultura de la Salud” frente a la “cultura de la enfermedad que nos tiene impuesta el sistema”. “Tenemos derecho -asegura- a vivir y morir sanos. El agua de mar y el sol (¿les suena? ¿a Grecia tal vez?) son la solución gratis. Pero interesa que la gente esté enferma, enferma para no pensar“.

En ‘El Proyecto Matriz’ http://elproyectomatriz.wordpress.com/2010/12/01/dr-angel-gracia-la-hoja-de-ruta-de-la-salud-i

encuentras su trabajo y sus documentadas teorías. Sus referencias a Quinton y, entre otros, a Otto Warbürg, Premio Nobel por su Respiración Celular: “Todas las enfermedades son ácidas y donde hay oxígeno y alcalinidad no puede haber enfermedad, incluido el cáncer”, dijo Warbürg entre 1930 y mediados de la década de los 40. En pleno tiempo convulso.

“El agua de mar alcaliniza el medio interno de un organismo, además de nutrirlo”, asegura Grácia. Es el alimento de los mamíferos marinos, tan cercanos y no tan diferentes al hombre.

El agua de mar es lo que ayudaría frenar la desnutrición infantil (posee en su composición todos los minerales y oligoelementos de la Tabla Periódica), irrigaría desiertos y aportaría calidad a la alimentación del ganado.

¿Ciencia ficción? No: ya se está practicando.

DESDE DISPENSARIOS EN AMÉRICA A CULTIVOS EN ÁFRICA

Eritrea, África. Un desierto… regenerado gracias a las aguas del Mar Rojo. El vergel surge; ahí crece el mangle y la salicornia (lo ves en la foto). De las semillas de esta última se extrae incluso aceite para el consumo. Los animales y los hombres vuelven a la vida en lo que antes era un entorno árido, difícil y hostil.

Nicaragua, Centroamérica. ‘Dispensario Marino’ Santo Domingo. Ahí el agua de mar se utiliza como complemento nutricional en gran medida pero también en tratamiento de enfermedades. Los resultados, según refleja la Fundacion Seawater, pasan por la disminución del consumo de medicamentos en enfermos crónicos (hipertensión arterial, reumatismo, cardiopatías, diabetes, artrosis) y la solución total a rinitis alérgicas, casos de cirrosis o psoriasis.

En La Ceja, Colombia, el consumo de agua de mar está generalizado. Y el cartel con la frase de Eurípides (otra vez Grecia) está presente en cafés, restaurantes, escuelas y pabellones deportivos.

¿Qué más nos queda en este viaje? Lo más importante. Cómo tomar el agua de mar. Cuándo tomarla y, en tu día a día, para qué tomarla.

Vamos allá.

EL AGUA DE MAR EN TU DÍA A DÍA

“Nuestra recomendación para aprender a beber agua de mar -explica el doctor Ángel Grácia- es que se haga poco a poco. Se puede añadir limón al gusto”.

Lo ideal es combinar una porción de agua de mar y tres porciones de agua al uso, añadiendo lo que nos recomienda el doctor Grácia: zumo de limón. Al menos, comenzar así su ingesta.

Los defensores del agua de mar aseguran que puedes recogerla del mar directamente (aunque ya se vende embotellada con la etiqueta ‘Biomaris’). La ósmosis actúa frente a la contaminación. Lo hace así, en palabras del experto Carlos G. Dreyfus: “Si una bacteria, virus u hongo de origen terrestre caen en el mar, por acción de la ósmosis, se deshidratará y se desactivará. Esto garantiza que el agua de mar no se puede contaminar. La ósmosis toma su tiempo para actuar. En los lugares puntuales donde se depositan desechos de origen terrestre, no es recomendable tomar agua. Lo correcto es buscar lugares donde garanticemos que la ósmosis ha tenido suficiente tiempo para actuar”.

Es diurética, no produce hipertensión (el agua de mar está salada, pero no por la sal tratada de consumo habitual), ayuda a limpiar nuestro intestino (se utiliza el procesos depurativos), actúa a modo de bebida isotónica perfecta, descongestiona las vías respiratorias, hidrata la piel y resulta excelente en la cocina sustituyendo al agua habitual.

Se almacena en una botella al uso, alejada de la luz del sol directa. No tiene fecha de caducidad y, a mayores, cuenta con el marchamo médico.

Aquí tienes un informe de profesionales de la Medicina que avala su consumo habitual en la dieta (como su recogida directa de las playas).

http://www.aquamaris.org/manifiesto-de-medicos-a-favor-del-agua-de-mar-como-fuente-de-vida-y-salud/

En él, el grupo de doctores firmantes indica que dolencias de tiroides, cardiopatías, arritmias, estrés, depresión, insomnio o enfermedades de la piel han experimentado una gran mejoría sólo con tomar agua de mar.

Ahora sólo te queda llenar un vaso y brindar con ella.

Biomagnetismo es Salud y Bienestar!!!

El cuerpo humano como estructura electromagnética.

La vida como seres humanos se hace manifiesta en nuestro mundo a través de un cuerpo físico. Dicho de otra forma, existimos en nuestro mundo porque poseemos,un,cuerpo.


Nuestro cuerpo posee un peso específico, que es la consecuencia de la atracción que hace la Tierra  sobre él, que a su vez tiene su propio gran cuerpo planetario. 

Ambos (nuestro cuerpo y la Tierra)  tenemos, por lo tanto, una serie de ejes o diámetros llamados paralelos y meridianos, que determinan puntos o extremos polares - norte y sur (+/-); además, puntos o líneas centrales llamadas líneas o centros de equilibrio.

Así, nuestro cuerpo humano puede dividirse en mitades derecha e izquierda, anterior y posterior y superior e inferior. Estas dos últimas determinan nuestros polos +/- .  El encéfalo (cerebro y cerebelo), contenidas dentro de la bóveda craneana, constituyen el +. La región sacro-coccígea, articulada perfectamente dentro del bacinete pélvico, comprenden el -
 El punto medio o de equilibrio se configura más o menos en correspondencia con la cintura, cercano al ombligo; Ambos cuerpos, tierra y organismo, interactúan entre sí porque sus polos establecen una relación de equilibrio a través de sus fuerzas, no solamente gravitacionales, sino electromagnéticas.
Podemos decir que  tanto el globo terráqueo, como nosotros, somos imanes que se atraen o repelen mutuamente según la orientación que tengamos el uno respecto del otro.

Nuestro planeta es magnético porque es una gran masa de hierro, pero también es eléctrico, porque es un gran depósito de agua y sales: el mar.

Por su parte, nuestros cuerpos son exactamente eso: un sesenta por ciento de su peso está representado en agua y sales de sodio, cloro, potasio y otros; mientras el peso restante lo aportan compuestos orgánicos a base de carbono y estructuras inorgánicas como sales de calcio, fósforo, el propio hierro y muchos más.

Somos de esta forma, un pequeño cuerpo terráqueo conformado por los mismos elementos de los cuales se compone nuestro planeta y por tanto somos capaces de crear fuerzas eléctricas, magnéticas y electromagnéticas que interactúan con las suyas.

Tenemos con la tierra, en un cierto sentido, una estrecha relación "metálica" que se rige por las leyes físicas de la conducción eléctrica y de la atracción o repulsión magnética: somos imanes que intercambiamos fuerzas y energías magnéticas y eléctricas con la tierra. Nos atrae o nos repele según como estén situados nuestros polos ante los suyos. Somos sinérgicos o antagónicos con sus fuerzas; nos impulsa o nos frena según la orientación entre ambos y por lo tanto, vivimos "alineados" o "desalineados" en su superficie.

Así, nosotros estamos "polarizados o despolarizados"con relación a los ejes electromagnéticos de nuestro mundo según como se encuentren orientados nuestros propios campos magnéticos con relación a los suyos.

Origen de nuestra naturaleza electromagnética: (Átomos y moléculas).

La vida se originó en la Tierra  luego de que enormes cantidades de polvo cósmico cargadas de átomos y moléculas provenientes del espacio interestelar fueron depositadas en los mares de un planeta recién formado.


Millones de moléculas irradiadas por luz, rayos cósmicos, ultravioleta, infrarrojos y otros, se mezclaron en su superficie creando una especie de «caldo de cultivo» que fue cocido por las altas temperaturas de un planeta apenas en enfriamiento, en un proceso que tomó millones de años.


Estas moléculas primordiales de vida interactuaron entre sí, generando una serie de reacciones químicas que produjeron moléculas más complejas. Estas moléculas más grandes se convirtieron a la postre en los primeros «bloques de construcción» de las formas más primitivas de vida.


Aparece entonces la RIBOSA, un tipo de azúcar con cinco átomos de carbono y a una serie de estructuras moleculares aun más complejas, llamados nucleótidos: citosina (C), adenina (A), guanina (G)  y uracilo (U), que son el«alfabeto genético» de una sustancia llamada el ARN, o acido ribonucleico, molécula que dirige las etapas intermedias de la producción de proteínas.


La aparición de esta molécula a base de carbono trajo como consecuencia la formación de materia orgánica capaz de asociarse para,formar «organismos» vivos.


Algunas formas de ARN adquirieron la capacidad de auto replicarse y por lo tanto de multiplicar exponencialmente su cantidad hasta que alguna de ellas, en sus mezclas, dieron origen al material constituyente del ADN, la molécula de la vida por excelencia.
Con el ADN apareció la herencia de la vida: la capacidad de traspasar la información y el «conocimiento molecular» a su generación siguiente, garantizando así la continuidad del proceso.


Luego, estas moléculas orgánicas adquirieron la capacidad de construir una barrera o membrana que las separaba del medio externo y les permitía una interacción selectiva con él.
Así se formaron los primeros organismos vivos individuales, la primera forma de vida independiente y auto replicativa: la célula.


Fue cuestión de tiempo para que muchas células se asociaran formando organismos de mayor tamaño y complejidad que a su vez fueron creando tejidos hechos de células que se fueron diferenciando y especializando en funciones especificas, como el manejo del agua y las sales, tejidos contráctiles o estructurales, tejidos de soporte o tejidos de conducción eléctrica.

Surgieron entonces, los órganos como el sistema nervioso, el músculo esquelético o cardíaco, el tejido renal y hepático, el hueso, etc.

Aparecieron, según el camino evolutivo, los reinos vegetales y animal con sus diferentes especies, familias y ordenes.

Biomagnetismo es Salud y Bienestar!!!

 

El Biomagnetismo es el manejo de imanes en pares (polaridad positiva y negativa) de manera conjunta, considerando no solo a los virus y bacterias, hongos o parásitos como causantes de los padecimientos, sino al terreno biológico que los sustenta.

Desde esta perspectiva se considera la importancia del “terreno”, ya así lo sostenía el Dr.Claude Bernard, donde aseveraba que el terreno biológico constituye uno de los factores más importantes en el tratamiento de los padecimientos, y es lo que hacemos con los campos magnéticos, se trabaja con el terreno biológico, ayudando al organismo en su gran sabiduría a recuperar su máximo equilibrio funcional (homeostasis) y el cuerpo mismo encuentra los medios para eliminar aquello que por alguna razón le estaba dañando.

Somos un sistema homeostático y autorregulado. Ante cualquier problema, el sistema intentará, empleando sus recursos volver al estado original o configuración primaria equilibrada. Si esto no es posible se adaptará a las formas que generen un menor gasto energético.

El cuerpo humano no está diseñado para la enfermedad. Cuando al restringir el sistema inmunitario y ser portador de una debilidad corporal causada por hábitos de vida inadecuados entre otros factores, es decir, perder su equilibrio interno, se corre el riesgo de contraer una infección, se generan rápidamente anticuerpos para poder vencerla. Si nos hacemos un corte, se coagula rápidamente la sangre para taponar la herida, y así, podríamos seguir de forma indefinida.

 El libre flujo de la información, es la condición básica para la libre expresión de la vida y a esto le llamamos salud.

La enfermedad es solo un patrón restringido de ella, y se produce, cuando hay un bloqueo o falta de equilibrio de las polaridades a partir de las cuales se mueve la fuerza vital.


Hay diferentes causas que generan los bloqueos energéticos y pueden impedir el libre flujo de la salud. Por ello es importante proveer al organismo de ese equilibrio energético que se consigue con los imanes colocados adecuadamente en sus polaridades que permitan regular el potencial del organismo y este nos ayude a recuperar la salud.

martes, 28 de julio de 2015

BIOMAGNETISMO ES SALUD Y BIENESTAR!!!...CAMPOS MAGNÈTICOS...

EFECTOS DE LOS CAMPOS MAGNÉTICOS POLARIZADOS EN LOS SERES VIVOS .

Para conservar la salud y la vida de los seres vivos, se requiere un estado de balance entre la energía magnética de polaridad Norte y la de polaridad Sur. Cuando este equilibrio se altera se presenta la enfermedad y entonces el equilibrio puede restablecerse con el empleo de magnetos, originando un proceso reversible de los trastornos y recuperando la salud.

Los efectos de la energía del polo Norte en los sistemas vivos son opuestos a los producidos por el polo Sur.

Cuando se coloca el polo norte de un magneto sobre la piel, se observan los siguientes fenómenos:

  • Disminuye el exceso de energía. El polo norte realiza una función muy similar a lo que en acupuntura llaman sedación o dispersión.
  • Reduce la hiperacidez de cualquier tipo. Se originan reacciones alcalinas debido a la disminución de los iones de hidrógeno, por lo que un tratamiento adecuado permite restablecer el estado de balance necesario en los tejidos con exceso de ácido.
  • Disminuye la intensidad de todos los dolores del sistema nervioso y los causados por excesos, hiperactividad, procesos infecciosos e inflamaciones. Generalmente desaparecen los dolores en pocos minutos.
  • Disuelve cristales de diferentes tipos.
  • Reducción de depósitos de calcio en las articulaciones artríticas de los niveles de iones de calcio anormales.
  • Se disuelven coágulos de sangre.
  • Desaparecen algunos tipos de tumores.
  • Reducción de la inflamación de los tejidos.
  • Reducción de la hiperactividad de los órganos.
  • Disolución de los materiales grasos, incluyendo el exceso de colesterol depositado en las venas y arterias.
  • Destrucción de los microorganismos de tipo patógeno e incremento de defensas ante infecciones.
  • Reducción de fiebre.
  • Incremento de iones de potasio.
  • Contracción cuando existe expansión anormal.
  • Vasoconstricción.
  • Disminución de la actividad de las proteínas.
  • Drenado de los fluidos acumulados.
  • Reducción del sangrado en los casos de heridas y hemorragias ligeras.
  • Atenuación de los síntomas en determinados casos.
  • Atracción de los glóbulos rojos y blancos a la zona donde se encuentra colocado el magneto, produciendo mejor oxigenación de los tejidos y reducción de las infecciones.

Efectos de la energía magnética suministrada por el polo Sur


La energía del polo sur se emplea en los casos de tejidos débiles, siempre y cuando no existan infecciones ni secreciones.
  • Incremento en el nivel de energía en el organismo. El efecto producido es el equivalente al de la tonificación en la acupuntura.
  • Incremento del nivel de acidez en los sistemas, órganos, tejidos y células, reduciendo los estados de alcalinidad hasta lograr el balance adecuado.
  • Incremento de la concentración de iones de hidrógeno.
  • Incremento del sistema de desarrollo de los sistemas vivos.
  • Aceleración de los procesos metabólicos.
  • Incremento del dolor.
  • Incremento de fluidos y sobre todo de su circulación por el cuerpo, debida ésta a la dilatación de los capilares.
  • Incremento en la producción de glóbulos rojos.
  • Incremento en la flexibilidad de los órganos y tejidos.
  • Irritación de los tejidos en algunos casos de sobre exposición a los efectos del campo.
  • Apertura de los conductos obstruidos, originada por su expansión y por el incremento de su flexibilidad
  • Incremento de la actividad de los órganos y estimulación de sus funciones.
  • Fortalece las funciones cardíacas y una exposición a los campos muy prolongada puede producir taquicardia.
  • Fortalecimiento de los tejidos débiles.
  • Crecimiento acelerado de los tejidos normales. En los casos de fracturas, la soldadura es de tres a cinco veces más rápida.
  • Crecimiento de microorganismos por lo que se debe tener mucho cuidado de no emplear la energía Sur cuando existen infecciones, ya que ésta estimula todas las formas de vida, sin discriminar si son deseables o indeseables.
  • Expansión cuando existen contracciones anormales.
  • Vasodilatación.
  • Incremento de la actividad de las proteínas.
  • Incremento en los iones de sodio.
  • Incremento en los síntomas agudos en algunos casos.

BENEFICIOS DE LA APLICACIÓN DE IMANES EN LA SALUD

En el caso de las quemaduras tratadas con campos magnéticos negativos, se consigue un alivio completo del dolor, debido a la absorción de los iones polarizados positivamente que se forman sobre la zona afectada. El dolor crónico y otros padecimientos humanos remiten rápidamente con la aplicación de campos magnéticos generados por imanes de mediana densidad.

La aplicación de la Terapia con imanes contribuye a regular la tensión arterial alta, controla la osteoporosis, disminuye las neuralgias, controla la diabetes, corrige el asma y elimina el dolor de las articulaciones. Los imanes de campo magnético permanente (la fuerza del imán permanece activada por muchos años) tienen acción positiva sobre la circulación sanguínea, actúan en los trastornos del sistema linfático y estimulan la capacidad autocurativa de los seres vivos. Además de actuar sobre los aspectos netamente orgánicos, el Biomagnetismo también estimula la actividad mental y tiene efectos sobre los procesos neuronales.
  • Los imanes permanentes desafían al proceso de envejecimiento. La ciencia del biomagnetismo demuestra que se produce la renovación de los tejidos celulares.
    Las funciones orgánicas tienden al equilibrio cuando recuperan el campo magnético perdido por distintas circunstancias que se atribuyen al estilo de vida moderno.
  • Desde el punto de vista de la Biomagnética, la salud está basada en el equilibrio de la frecuencia vibratoria de las células, mientras que la enfermedad es tan sólo un cambio anormal en la vibración celular. 
  • La aplicación de la Terapia con imanes se apoya en el principio de la restauración de la vibración natural.

La acción terapéutica de los imanes es mucho más rápida que la aplicación del calor, los rayos infrarrojos, las píldoras antiinflamatorias, las infiltraciones y otros métodos conocidos en terapia del dolor. La aplicación de calor no puede estimular la capacidad reparadora de un tejido lesionado, éste necesita un aporte de sangre oxigenada. La recuperación de un músculo necesita que se consiga el aporte necesario de sangre en la región afectada.

BIOMAGNETISMO ES SALUD Y BIENESTAR!!!

Tlahui-Medic. No. 24, II/2007

http://www.tlahui.com/tlahui2/tlahui3/tlahui4/images/citlap.gif El uso de imanes magnéticos en la salud y la herbolaria 


RESUMEN

Magnetoterapia como energetizante. La Magnetoterapia descubrió que el Polo Sur o positivo (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador, vitalizante y proporciona energía. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, etc.

Magnetoterapia como analgésico y antinflamatorio. El Polo Norte o negativo (-) del imán por el contrario es relajante, detiene los procesos nocivos para el organismo y, está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor, así como para combatir procesos inflamatorios.

El Biomagnetismo es un notable sistema terapéutico que fue desarrollado por el Doctor Isaac Goiz de México, a partir del año 1988 en adelante, y que hace uso de potentes imanes para combatir virus y otros gérmenes que están en el trasfondo de muchas enfermedades graves. Los descubrimientos inéditos del Dr. Goiz, como por ejemplo el concepto del "Par Biomagnético", son tan trascendentes, que sólo las generaciones futuras de profesionales de la medicina, podrán dimensionarlos en sus verdaderos alcances.Por esta razón, los resultados visibles y contundentes del Biomagnetismo, superan notoriamente lo que había conseguido la Magnetoterapia.

El Biomagnetismo del Dr. Goiz en cambio, opera en lapsos de 15 a 25 minutos, con imanes pequeños de alta potencia que se ubican por pares, con ambas polaridades en sitios muy específicos del cuerpo, donde se ocultan virus, bacterias, hongos o parásitos, previamente identificados. Estos gérmenes no resisten el impacto magnético y sucumben, facilitando la recuperación de graves dolencias, en un gran porcentaje de casos.

En el polo positivo se establece una acidosis del órgano afectado, también se acorta la materia y por lo mismo el órgano decrece en sus dimensiones y posteriormente ocurren los fenómenos degenerativos, todo ello en presencia o no de virus patógenos.

En el polo negativo, ocurren fenómenos semejantes pero de polaridad contraria. Se establece una alcalosis del órgano, la distensión de su materia que condiciona un estadio de flogosis y de edema. Posteriormente ocurre la disfunción del órgano, y finalmente procesos degenerativos, y todo ello en presencia o no de bacterias patógenas.

Es importante destacar que los descubrimientos del Dr. Goiz con su Biomagnetismo fueron mucho más allá de lo que anteriormente se conocía como "Magnetoterapia", que ya había percibido ciertos efectos sedantes, y desinflamantes del polo norte del imán, o bien, estimulantes y aceleradores del crecimiento de las células con el polo sur.

El magnetismo había dado origen a la venta indiscriminada en ciertos países desarrollados, de distintos accesorios como cinturones, fajas, colchonetas, cintillos, parches, etc., magnetizados o provistos de imanes para ser usados con distintos fines terapéuticos. Podemos decir que este uso de los magnetos fue como disparar a la bandada, sin tener claro a lo que le estábamos apuntando (por ello se ganó un cierto desprestigio).

Es evidente que al proporcionarnos un mapa exacto de estos pares de puntos en el cuerpo, el Dr. Goiz con su Biomagnetismo no deja oportunidad de especular con la posible ubicación del magneto. Además, nos dice precisamente el nombre del microorganismo que se ubica en tal o cual punto. Este conocimiento y el peculiar método de diagnóstico, permite el insólito hecho de poder reconocer, en una primera sesión, enfermedades que sólo el paciente sabía que tenía por medio de exámenes previos.

Estos nuevos conceptos médicos ayudarán a la humanidad, de manera más sencilla, eficiente, no onerosa, y sin tanto daño colateral, permitiendo al cuerpo recuperar su nivel energético normal (NEN).

La exposición y desarrollo del "Par Biomagnético", constituye una herramienta de primer orden para todas aquellas personas que quieran curar, pues aún cuando son complejas sus bases científicas, su metodología es sencilla y accesible, para aquellos que sin tener estudios formales de Medicina, buscan acrecentar, mediante diversas formas, la salud del individuo, de la familia y de la comunidad en su conjunto, esto es, aportando desde la Antropología de la salud.

INTRODUCCIÓN

Nuestra cultura médica actual (1) impuesta a sangre y fuego durante la conquista - no borró del todo los procedimientos y conceptos de la medicina tradicional, que se ha mantenido por la cultura indígena y reaprendiendo por los médicos ortodoxos que finalmente han encontrado elementos prácticos sólidos y resultados clínicos importados; sin embargo, debido a la cultura Helénica impuesta, también sucumbe a la metodología de la medicina occidental y se deja llevar por el concepto analítico y analógico de la sintomatología, de la signología o de la descripción anatomoclínica, que auxiliada por todos los estudios de laboratorio o gabinete, llega a la confección de diagnóstico y tratamiento de orden sintomático, signológico o descriptivo, pocas veces etiológico.

La medicina desde el tiempo de los griegos es concebida como curar sin dañar. Hoy en día, en relación a la medicina alópata, se cuestiona uno su posibilidad de curar: y lo que no queda a discusión, es su factibilidad permanente de dañar de acuerdo a los métodos e instrumentos aplicados. "Por lo tanto, en este mundo globalizado, que reporta fortalezas y debilidades, hemos de reconocer su relación a las primeras y los avances y beneficios que se registran en el campo de la comunicación, entendiendo que este término implica hacer común al conocimiento de todos, un avance o concepto determinado. Es por ello que podemos observar que las llamadas medicinas alternativas que más bien son medicinas tradicionales del hombre, día a día conquistan más gente en todo el mundo ya que además de cumplir con el principio de curar sin dañar, son de fácil accesibilidad a extractos sociales que difícilmente alcanzan los estándares económicos que los médicos alópatas exigen" (2). Como parte de estas medicinas tradicionales encontramos el biomagnetismo en general y el par biomagnético en particular.

El Dr. Guillermo Bonfil Balata afirma lo siguiente: ¿Qué país sería un México que reivindicara su condición pluriétnica? "Sería un país en el que todas sus pontecialidades culturales existentes tendrían la oportunidad de desarrollarse y probar su vigencia; sería una sociedad nacional que no renunciara a ningún segmento de los recursos que ha creado a lo largo de su historia. Sería un país capaz de actuar en el escenario internacional desde una posición propia y auténtica; un país diferente que sostiene y afirma sus propias metas derivadas de su propia historia. Sólo entonces podría hablarse de una descolonización auténtica, no consistente en entablar una pelea por seguir el mismo camino que nos han impuesto sino definir y andar el camino propio" (3).

Dentro del campo de la medicina física, existe un capítulo poco abordado: la utilización de los campos magnéticos de mediana intensidad para el diagnóstico, tratamiento y prevención de las patologías.

La magnetoterapia se ha aplicado con un principio unipolar, en disfunciones o lesiones bajo dos conceptos relativamente confirmados:

1. El polo sur como analgésico.
2. El polo norte como antiinflamatorio.

Los campos magnéticos utilizados son de baja intensidad -más o menos 100 a 500 Gauss- por tiempos prolongados (horas o días) y en las zonas con sintomatología clínica. En este trabajo se mostrarán los conceptos de magnetoterapia y se abordará el biomagnetismo y la bioenergética, que por tratarse de un fenómeno vibracional asociado a la medicina, podemos conceptuar como "médico" o "medicinal".

OBJETIVO

Establecer y dar a conocer el Biomagnetismo, como una terapia alternativa que puede brindar a un mayor número de personas de todos los estratos sociales, una opción de tratamiento eficaz y con resultados inmediatos, evitando el uso de medicamentos de altos costos y en muchos casos cirugías innecesarias que les permitirá gozar una excelente salud y en algunos casos mejor calidad de vida, usando como coadyuvante la herbolaria tradicional mexicana.

BREVE HISTORIA DE LA MAGNETOTERAPIA (4)

Muchas culturas ancestrales, entre las que se encuentran la china, la hindú, la árabe, la hebrea y las antiguas dinastías egipcias, utilizaban imanes por sus propiedades terapéuticas. La leyenda cuenta que Cleopatra, para retrasar el proceso de envejecimiento, dormía con una piedra imán sobre la frente. En el siglo III a.C., Aristóteles escribió acerca de las propiedades curativas de los imanes naturales, que llamaba "imanes blancos".

En el siglo I d.C., Plinio el Viejo, historiador romano, habló sobre la utilización de los imanes para curar los problemas oculares. Durante ese mismo siglo, algunos geománticos chinos empezaron a documentar lo efectos sutiles del campo magnético terrestre en la salud humana y la enfermedad después de utilizar brújulas de gran precisión para la exploración de las condiciones geomagnéticas.

En el siglo II, el célebre médico Galeno recomendaba el empleo de imanes para tratar el estreñimiento y diversos trastornos dolorosos. En el siglo IV, Marcel, el filósofo y médico francés, aconsejaba llevar un imán alrededor del cuello para aliviar los dolores de cabeza. En el siglo VI, Alejandro de Tralles utilizaba imanes para tratar el dolor de las articulaciones.

Después, durante el siglo X, el médico islámico Ibn Sina, también conocido como Avicena, afirmó que era capaz de tratar la depresión mediante la terapia magnética. Alrededor del año 1000, un médico persa documentó la utilización de imanes para aliviar dolencias como la gota y los espasmos musculares.

Un gran número de médicos y sanadores utilizaron los imanes para curar diferentes problemas médicos hasta el siglo XVI, cuando el célebre médico Paracelso no sólo abogó por los imanes para curar trastornos específicos, sino que además describió con detalle los diversos efectos curativos de las polaridades magnéticas en los seres vivos. Paracelso fue uno de los primeros en postular que la propia Tierra era un gran imán. En sus obras sobre terapia magnética, Paracelso defendía que el "imán es el rey de todos los secretos".

En 1777 la Real Sociedad francesa de medicina examinó los estudios sobre curación magnética realizados por un abad francés llamado Le Noble. Sus informes sobre los efectos de los tratamientos magnéticos fueron tan favorables que concluyeron que el imán parecía destinado a desempeñar un papel tan importante en la práctica y la teoría médica como el que estaba comenzando a tener en el campo de la física experimental.

Curiosamente, unos pocos años después esa misma entidad condenó la obra sobre "magnetismo animal" de Franz Anton Mesmer, quien utilizaba "pases magnéticos" en sus pacientes al tiempo que aplicaba la energía del "magnetismo humano" por contraposición a las piedras imán magnéticas. Mesmer entendía la curación magnética según una teoría astrológica según la cual el sol, la luna e incluso la tierra, poseen energías magnéticas sutiles que pueden influir en el sistema nervioso humano y proporcionar energía al cuerpo. Las teorías de Mesmer se asemejaban mucho a las de Paracelso. Los dos afirmaban que existen un fluido magnético o una fuerza de la naturaleza invisible y sutil que se intercambia entre el cielo y la Tierra y que dicha fuerza magnética puede curar y proporcionar energía a los seres vivos.

Mesmer estaba convencido de que el ser humano posee una clase de magnetismo específico, que él denominó "magnetismo animal", para distinguirlo de las limaduras de hierro o "ferromagnetismo". Continuó su labor desarrollando técnicas que permitieran captar y utilizar ese tipo de energía con el objeto de curar a sus pacientes. Mesmer solía sustituir la energía de los imanes permanentes que había utilizado por su propio magnetismo animal. Si bien no fue comprendido durante su época, en el siglo XX los investigadores han hallado pruebas de que tal vez Mesmer no se encontraba tan lejos de la verdad en relación con sus afirmaciones sobre el magnetismo animal.

Tan sólo unos ochenta años después, el famoso químico francés Louis Pasteur documentó los descubrimientos que había realizado en relación con los efectos de los imanes en el proceso de fermentación. Pasteur también desarrolló un tratamiento para la rabia, así como el proceso de esterilización de la leche (pasteurización). Pasteur se percató de que si colocaba un imán cerca de una cuba de fermentación llena de fruta (tal como se utiliza en la producción de bebidas alcohólicas), el proceso de fermentación era más rápido. En aquella misma época Samuel Hahnemann, el creador de la homeopatía, también experimentó con los imanes con fines terapéuticos y acabó defendiendo el uso de los imanes para tratar un gran número de trastornos de la salud.

El mayor defensor de la terapia magnética durante la segunda mitad del siglo XIX fue el doctor C., J. Thacher. Este médico explicaba que la energía de la vida provenía de la fuerza magnética del sol y era conducida a través de la sangre debido a su alto contenido en hierro. Aproximadamente un siglo después, en 1954, Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química por sus descubrimientos sobre las propiedades magnéticas de la hemoglobina, una sustancia presente en la sangre que contiene hierro. A mediados del siglo XX, el interés por la curación magnética aumentó rápidamente en países como la India, Rusia y Japón.

Los estudios efectuados durante los últimos 30 años han demostrado una notable similitud entre los efectos biológicos beneficiosos de las manos de un sanador y los efectos terapéuticos de los imanes permanentes en los seres vivos.

MAGNETISMO (5)

Si aceptamos que la Tierra es un imán gigantesco , que todas las formas de vida están bajo la influencia de la fuerza magnética de los polos terrestres y que cada individuo está compuesto por células (cada célula es una unidad eléctrica), la aplicación del magnetismo en beneficio de los seres vivos es una opción sana y natural. La atmósfera que rodea la Tierra contiene cargas positivas y negativas (fuerzas magnéticas), que luego de ser incorporadas a los pulmones, pasan a la sangre. Las corrientes magnéticas provenientes de la Tierra y la atmósfera penetran en los músculos, en las grasas y en los huesos, fortalecen los nervios y actúan sobre todos los tejidos vivos.

Cada célula del cuerpo humano es una pequeña pila eléctrica. El ser humano está compuesto de billones de células, es decir, por billones de unidades eléctricas. Estas células vibran y oscilan en ciertas frecuencias y reciben de la atmósfera su funcionamiento eléctrico individual. Los campos magnéticos tienen la capacidad para reparar los tejidos.

El Biomagnetismo es el estudio del efecto de campos magnéticos en sistemas biológicos. Algunas de las aplicaciones más importantes de los electroimanes, son las siguientes:

1) Aplicaciones biológicas. Se sabe desde hace mucho tiempo que los campos magnéticos intensos afectan al crecimiento de plantas y animales. Así, se han utilizado electroimanes para generar campos magnéticos intensos y estudiar sus efectos en el crecimiento de plantas y animales y, además, analizar su efecto en el comportamiento de estos últimos.

2) Aplicaciones médicas. Las aplicaciones de los campos electromagnéticos con fines médicos tienen ya una larga tradición. Sin embargo, desde un punto de vista científico, las debemos considerar como un área todavía en desarrollo. Se han aplicado campos magnéticos para arreglar arterias, sacar tumores y para sanar aneurismas sin cirugía. También se estudia la influencia de los campos magnéticos en las funciones vitales del cuerpo humano. Para su uso en terapia es preciso utilizar campos de una intensidad mucho mayor que la que limitan las normas de seguridad para la radiación.


Acción del magnetismo en las plantas vivas

Al poner en contacto una planta con un campo magnético o cuando es regada con agua magnetizada, se puede observar un aumento de la velocidad de crecimiento, aumento de la longitud y de su peso. El uso de los imanes en aspectos biológicos no es nuevo, pero desde siempre, las propiedades sanadoras de los imanes y del magnetismo en general se han considerado marginales a la ciencia.

La influencia del campo geomagnético sobre el crecimiento de las plantas fue científicamente establecida por primera vez en 1862 por el químico francés Louis Pasteur (1822-1985). Pero en realidad, el padre de los biomagnéticos modernos es el Dr. Albert Roy Davies, que logró una patente en 1950 para tratar las semillas magnéticamente y conseguir así estimular su crecimiento.

Al estudiar la influencia de la orientación de las semillas durante el tratamiento magnético, se ha advertido un mayor crecimiento si el eje longitudinal de las semillas se halla orientado en la dirección norte-sur. Por otro lado, se ha observado que bajo la influencia del polo norte las plantas crecen altas y delgadas, mientras que bajo la influencia del polo sur crecen más cortas y gruesas. Por ejemplo, los plátanos regados con agua imantada con energía del polo sur se hacen más gruesos y dulces, mientras que los regados con agua imantada con el polo norte son más delgados y verdes.

Acción de los campos magnéticos sobre el agua

Debido a la naturaleza polar del agua, a su paso por un campo electromagnético se produce una ordenación en sus moléculas y ciertos cambios estructurales que se traducen en la variación de algunas de sus propiedades. Se pueden observar variaciones en los valores del pH y de la conductividad eléctrica, que son ligeramente mayores, disminución de la tensión superficial y viscosidad, así como el incremento de la solubilidad de distintas sales, principalmente de carbonato cálcico.

Al tratar el agua con imanes, ésta modifica algunas de sus propiedades; entre otras se hace más humectante y atraviesa con mayor facilidad las membranas de las células, facilitando su metabolismo.

jueves, 23 de julio de 2015

Biomagnetismo es Salud y Bienestar...

LA CELULA, LA  APOPTOSIS y LA TERAPIA ELECTROMAGNETICA.

Las células son pequeños lagos acuosos a manera de espejos lisos, brillantes y templados que poseen sales (y por tanto iones) y moléculas de proteínas en su interior.

Una clase muy  particular de moléculas, es la que conforman los genes, siendo las responsables de albergar en ellas todas las historias evolutivas de nuestros antepasados. Esto quiere decir que las células contienen la información ancestral que llamamos herencia.

Cuando en el transcurso de nuestra vida se hacen permanentes las emociones como el temor, el miedo, la ira, se producen en nosotros reacciones químicas que conllevan a que en la sangre se viertan, desde nuestras glándulas (las suprarrenales, por Ej.), grandes cantidades de hormonas como la adrenalina, el cortisol y otras, que viajan por el torrente circulatorio y bañan a todas las células del organismo. Sus efectos son devastadores para ellas ya que consumen sus reservas de energía, alteran el equilibrio de los iones y sales y le consumen  agua.

Las células se deforman arrugándose o hinchándose en demasía, perdiendo su consistencia, su brillo y con ello su equilibrio.

Tal deformidad hace que la propia célula produzca unas moléculas internas de alarma que son transportadas a las células contiguas como si fueran mensajes de alerta que se multiplican exponencialmente a su alrededor y que altera profundamente el metabolismo interno.

De esta forma, el miedo por ejemplo, se vuelve químico y se arraiga en miles de millones de células en todos los órganos.

Es tan grande la magnitud de este «miedo celular» que se activa un programa (similar a un  «software») de autodestrucción  conocido como  mecanismo de APOPTOSIS (o muerte celular programada, regulada genéticamente).

Mediante la Apoptosis, la célula se «suicida» como una manera de evitar la propagación del desequilibrio más allá de sus fronteras. Al menos ese es el propósito. Pero cuando la apoptosis es masiva son millones de células las que fenecen a una velocidad mucho mayor que la que tiene el cuerpo para reemplazarlas. Ese es el origen del envejecimiento. Y si son células del sistema nervioso, mucho más lentas y difíciles de reponer, sumada a la pérdida de tejidos vivos en todo el organismo, el resultado no es otro que la dolencia y luego de ella la enfermedad.

Todo lo anterior lo podemos  resumir de la siguiente manera:

Las células están formadas por moléculas, millones de cristalitos vibrantes susceptibles de ser programados, alineados y polarizados por medio de algún factor interno o externo que les brinde la capacidad de ejercer su función en el cuerpo.

Allí es donde radica el inmenso valor de las Terapias de Electromagnetismo Pulsante (TEMP). Por medio de la Terapia Electromagnética Pulsante (TEMP),podemos inducir a que las células del cuerpo de la persona en terapia «se desconviertan», de la historia que traen en su interior, mientras aprovechamos para imprimir al campo molecular de ella, a través de ondas electromagnéticas, incluyendo la luz, una nueva y positiva información, una nueva programación.

Es como si cambiásemos la información del disco duro de nuestro computador haciendo correr un programa anti-virus que borra los comandos y los archivos defectuosos y optimiza el funcionamiento de todo el sistema.

Las células no son otra cosa que millones de discos duros que almacenan información correcta o errónea. Las moléculas son las trasportadoras de dicha información. (La memoria Ram).

Es así como las moléculas viajarán por la sangre llevando los nuevos «códigos» de funcionamiento recién programados a todo el organismo y en especial al cerebro, que posee trillones de pequeños lectores de moléculas llamados neurorreceptores que interpretan dicha información, generan impulsos nerviosos y hormonales que a su vez distribuyen la renovada programación a todo el conjunto del organismo.

Se cambia entonces la estructura molecular interna y por lo tanto se inician los procesos de alivio y aun curación de las enfermedades causadas por la vieja programación celular.

Es allí precisamente que el cáncer, el alzahimer y el mal de parkinson pueden ser tratados con resultados alentadores y positivos.


La migraña, jaqueca, rinitis, sinusitis, artritis, depresión (tristeza, melancolía, ansiedad, angustia), asma, cardiopatía, problemas estomacales, miomas, y otros muchos más, también han sido atendidos con altos índices de éxito.

Biomagnetismo es Salud y Bienestar...Gènesis de la enfermedad-QISOMA

TERAPIAS ELECTROMAGNETICAS.
LA ENFERMEDAD  COMIENZA EN LA CELULA
Feb-2015


La enfermedad es propia de los organismos vivos cuando en éstos  existe una mala función en las células que los constituyen.

Cuando en una célula se alteran las funciones de transporte de líquidos y sales desde y hacia su interior se desarrolla un trastorno que en último término la paraliza y le impide cumplir su tarea; le impide repararse a sí misma y multiplicarse.

Si tal proceso se lleva a cabo en millones de células en todo el organismo, el efecto final es el mal funcionamiento de los órganos y sistemas,produciéndose la fatiga, el daño de su estructura y por consiguiente el dolor, la inflamación y la deformidad.La prolongación de estos trastornos en el tiempo conlleva la muerte.

LA MOLECULA ES EL NIVEL DE LA "NO ENFERMEDAD"

Toda la vida está sostenida sobre una enorme estructura hecha a partir de átomos y moléculas.

Si comparamos al cuerpo con un enorme edificio podemos decir que los átomos y  moléculas son sus ladrillos que se mantienen unidos  y comunicados por medio de campos de fuerzas que son eléctricos, magnéticos, iónicos, etc.

Estas moléculas y átomos generan corrientes de energía que atraviesan al cuerpo en todas direcciones. Estos campos energéticos se relacionan a su vez con los campos que lo circundan, como el campo magnético de nuestro planeta, las energías radiantes del sol, los campos de energía creados por el hombre y los campos de energía de los demás seres vivos y no vivos (como los minerales, los elementos de la naturaleza, etc.)

Si nuestros átomos y moléculas poseen alta energía y esta fluye libremente a través de ellos, nuestro cuerpo tendrá un funcionamiento armónico y en equilibrio, manifestando salud y vigor. Pero si por el contrario, la energía es poca, está desorientada, desbalanceada, represada en algunos órganos y sistemas y escasa en otros, tal desbalance crea la enfermedad.

Por lo tanto, si a un organismo que posee sus energías desbalanceadas y sus moléculas desordenadas se le aplica un campo electromagnético uniforme, con unos polos norte y sur bien definidos y coordinados con los propios polos magnéticos terrestres, se le puede reordenar en su estructura molecular y atómica que repercutirá a su vez en el orden interno celular.

Si las células están ordenadas y sincronizadas entre sí, el funcionamiento de tejidos, órganos y sistemas será óptimo y por lo tanto, la maquinaria corporal será muy eficaz en su trabajo y muy fuerte en su estructura. Eso se expresará como salud, vigor y bienestar.

Porqué se enferma una célula y dónde está el origen de su desorden

LA MOLECULA es la clave del origen de la enfermedad celular  y de la cura de la misma.

La  molécula no es más que un pequeño cúmulo de materia regida por principios de interacción eléctrica, magnética y vibracional. Es decir, el nivel más esencial de la vida está en donde la energía se materializa a través de sus formas primarias: en átomos y moléculas.

Si las moléculas se alteran, se enferman las células y así lo hace también el organismo.

Si las moléculas se armonizan, el efecto será igual para la totalidad.

Este es el principio de las Terapias de electromagnetismo, vibración y repolarización molecular que cada día se abren campo en la práctica de la medicina alternativa.

Los átomos y las moléculas, a nivel celular,  en sí mismas no se enferman, pero una inadecuada interacción de ellos en el interior de las células (donde forman membranas, núcleo, etc.) sí que dan origen en las células a un proceso de mal funcionamiento que llamamos enfermedad.

Cuando en una célula se alteran los mecanismos de transporte de iones (átomos con carga), cuando se alteran las moléculas o los electrones, se crea un desequilibrio interno que en último término conlleva a la parálisis de sus funciones, a la parálisis de su intercambio con el medio externo (ingreso de agua y sales), a la parálisis de la fabricación de moléculas de auto reparación (para reemplazar secciones dañadas de su estructura) y de replicación (ADN) y le sobreviene la muerte.

Pero es del caso que esto se puede dar a una escala de miles o millones de células del cuerpo y no en una sola.

Cuando esto sucede, con muchas células debilitándose y muriendo, se altera el funcionamiento de órganos y tejidos sobreviniendo entonces la enfermedad y luego la  muerte del organismo como una totalidad.

Cualquier circunstancia, fuerza o elemento que altere la normal interacción en nuestros átomos y moléculas celulares tendrá, por consiguiente, la capacidad de alterar también el funcionamiento de nuestro organismo.

Químicos inhalados o ingeridos (aire contaminado, gases, alimentos, medicamentos, tóxicos, etc.), campos de radiación eléctrica o magnética (transformadores de energía, radiaciones ionizantes, luces o sonidos de determinadas frecuencias, imanes, energía nuclear y otros), tienen, todos ellos, la capacidad de modificar la conducción eléctrica, el intercambio iónico, la utilización de la energía y el propio código genético de nuestras células, enfermándolas o aliviándolas, según sea el caso.

Todos estos factores poseen la capacidad de alterar la polaridad y la carga eléctrica o magnética de nuestras moléculas constitutivas, las cuales poseen, en razón de las cargas eléctricas, magnéticas y iónicas de sus átomos, unaconfiguración espacial determinada, una forma en el espacio que es la que les permite interactuar con otras moléculas y cumplir su función específica al interior de células y tejidos.

Cuando la molécula pierde su forma, pierde su función, y enferma a la célula donde se encuentra o a donde ha ido a cumplir su tarea, así, la consecuencia de toda enfermedad de nuestro cuerpo se sitúa en su nivel celular, pero su origen y su solución, está en sus «ladrillos constitutivos»  o moléculas.

EL NIVEL DE RESONANCIA:
Los átomos, las moléculas, las células, los organismos, los planetas, los soles y las estrellas poseen vibración porque están hechos de energía en movimiento.

Cuando la energía se mueve a altas frecuencias se crea un movimiento oscilatorio constante que se llama vibración.

Cuando un organismo se enferma, pierde energía y al hacerlo disminuye su oscilación y por tanto su vibración.

Cuando una célula se enferma, lo hace porque sus moléculas constituyentes han disminuido su capacidad de vibrar y por tanto de traspasar energía a la siguiente.  Dicho de otra forma, pierden capacidad de conducir las corrientes eléctricas que son las responsables del intercambio de sustancias, iones, agua y otros hasta que sobreviene la parálisis.

Con todo lo afirmado vislumbramos ya, la importancia de la corriente eléctrica en nuestro organismo.
«El cese del movimiento de la energía en un ser vivo es igual a su muerte»

Si a un organismo enfermo se le somete a un patrón de vibración constante de una determinada frecuencia, todas sus moléculas constitutivas comenzaran a oscilar hasta encontrar un punto de equilibrio donde el movimiento se hace óptimo, que se conoce como nivel de resonancia. Allí, la transmisión de energía es óptima y toda la estructura celular estará vibrando al compás de sus moléculas constitutivas. Estas se "alinearán" en un mismo eje vibracional que hará resonar armónicamente toda la estructura del cuerpo como si fuera uno solo.

Terapias de Electromagnetismo y Repolarización Molecular
Toda la comunicación interna del  organismo se hace a través de mensajeros químicos, que no son otra cosa que moléculas, e impulsos eléctricos.

Las células se comunican entre sí por medio de corrientes de energía que viajan a través de las conexiones nerviosas y por millones de moléculas mensajeras que viajan por la sangre.
De esta manera, todas las células comparten información y adquieren conciencia de «organismo».

Desde todo el resto del cuerpo llega información al cerebro, que es un gran lector electroquímico. Toma esta información, interpreta dichas señales y responde a su vez disparando «impulsos eléctricos» y secretando sustancias   que van por la sangre a todos los demás órganos, creando en ellos algún efecto.

Cuando la información que le llega al cerebro por la sangre y los nervios aferentes (que entran) es clara, rápida, libre de interferencias, concisa y ordenada, el lector cerebral es capaz de interpretar rápida, eficiente y correctamente su significado, produciendo una respuesta igualmente nítida, ordenada y adecuada a los requerimientos del medio interno y externo del organismo. Hace por lo tanto, los ajustes necesarios para continuar de modo eficiente el proceso vital.

Por el contrario cuando, la información es inexacta, contaminada y desordenada, el lector cerebral se incapacita para responder correctamente  a las demandas internas o externas y se equivoca en sus acciones.

Cuando el lector funciona mal, yerra su respuesta, pierde la conexión con el resto del organismo y con el entorno y comienza a manejar mal el tiempo y el espacio interno y externo; equivoca sus respuestas, altera la química y la mecánica interna iniciándose los fenómenos celulares que conducen a la enfermedad.



EL MAGNETISMO CELULAR y EL MAGNETISMO TERRAQUEO..
Estamos ubicados  en un planeta que es  de naturaleza magnética, como nosotros también los somos.

Nuestras moléculas poseen su propio dipolo positivo-negativo que se ve influido por los flujos del magnetismo terráqueo.

Es lógico concluir que si estamos formados por trillones de moléculas que funcionan como micro imanes que forman nuestras células y que las comunican entre sí, la orientación que ellas posean en relación con los propios polos terrestres afecta nuestra posición, orientación y alineación en nuestra vida.

Si nuestros polos moleculares están anárquicos y desorientados en relación con el mundo que habitamos, nuestra«posición» estructural estará mal orientada ante él.

Y si el cerebro lee, la carga eléctrica y magnética de las moléculas , o lo que es lo mismo, su estructura espacial y éstas están desordenadas, la respuesta será, como ya dijimos errada. El resultado es la pérdida de energía, conflicto orgánico  y enfermedad.

De acuerdo a lo anterior, es imperativo por lo tanto, realizar un reordenamiento molecular de células, tejidos, fluidos (sangre y linfa), órganos y sistemas. Y esto se consigue mediante las Terapias de Electromagnetismo Pulsante (TEMP) con las cuales se consiguen los siguientes efectos:

  Eliminación de las sobrecargas de energía en puntos específicos del cuerpo y en particular en articulaciones, tendones y ligamentos, mejorando su funcionamiento, recuperando arcos de movimiento limitados o perdidos y eliminando dolores. Son altamente beneficiosas para enfermedades de huesos y articulaciones, como artritis, artrosis, bursitis, congelamientos articulares.

 Se consigue la organización de los mensajeros químicos sanguíneos con la consecuente purificación, fluidificación y limpieza de la sangre obteniéndose mejoramiento de la salud del corazón y la circulación en general.

 Optimización del funcionamiento hepático con el consiguiente aumento de la capacidad de producción de energía corporal lo que se manifiesta en el aumento de la resistencia física y la vitalidad.

 Mejoramiento de la función renal, aumentando su capacidad de filtrar la sangre y eliminar toxinas.

 Incremento de las funciones mentales y del pensamiento. El cerebro lee mejor la información llevada por los mensajeros químicos de la sangre. Entonces, se piensa mejor, se analiza mejor, se incrementa la capacidad de raciocinio y la intuición.

 Disminución de la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina. Con ello se disminuye la sobrecarga de trabajo en las glándulas y se eliminan las zonas de fatiga crónica, física y mental.

 Se potencia la eficacia del sistema inmunológico  en la defensa contra las enfermedades infecciosas y degenerativas.

 Prevención de las enfermedades malignas como cánceres y linfomas.