LA MOXA EN EL TRATAMIENTO DEL DESEQUILIBRIO EMOCIONAL
La Moxa
cuenta con la propiedad de quemar despacio, al tiempo que genera un calor
intenso y uniforme. Gracias a sus propiedades se crea un efecto analgésico
calmando el dolor, tonificando el sistema inmunológico y fortaleciendo los
órganos, además de prevenir las enfermedades y equilibrar la energía del
cuerpo.
Son diversas las situaciones en las que la
moxibustión puede colaborar, pues es una terapia muy completa pero se
potencia aun mas en combinación con acupuntura y masaje.
Entre otras indicaciones tenemos las siguientes:
·
Ayuda a regula el sistema circulatorio, digestivo y
urinario
·
Fortalece el sistema inmune
·
En casos geriátricos, la moxibustión o terapia
con moxa es muy saludable tratando problemas como la displasia, decaimiento e
inapetencia.
·
Alivia dolores musculares y articulares
·
Es notoria su utilidad
para equilibrar además los estados emocionales y anímicos como ansiedad,
agresividad, tristeza, estrés, depresión y miedo.
MOXA PARA EL ESTRÉS
Para la Medicina Tradicional China, aquellas
situaciones que producen preocupación excesiva alteran los mecanismos del Qi
(energía), dificultando su normal ascenso y descenso, y complicando la
circulación de energía y sangre.
Quien se encuentra sumido en una excesiva
preocupación, con el consecuente estado de estrés, durante un tiempo prolongado
manifiesta alteraciones energéticas.La energía mental (Shen) debilita
la energía vital (Qi), comportándose como un agente perverso y enferma al
órgano con el cual se corresponde dicha emoción.
Con la
moxibustión aplicada en puntos estratégicos, en su gran mayoría
ubicados paralelamente a la columna vertebral, podemos “acceder” al mundo
emocional del consultante y equilibrar (armonizar) sus energías mentales;
o por el contrario, siendo una enfermedad de simpaticotonía (calor) y
excitante, la moxa le “recuerda” al núcleo celular su verdadera velocidad
de vibración y dispersa (seda) las terminales presentes bajo los puntos de
Acupuntura.
Un viejo proverbio chino reza: “El hombre se
enferma cuando sus sentimientos no están en equilibrio”. En el ser humano,
las vísceras manejan la energía: Intestino delgado, Triple Recalentador,
Intestino grueso, Vejiga, Vesícula biliar y Estomago; mientras los órganos
manejan las emociones (energía Shen): Corazón, Maestro de Corazón o
Pericardio, Pulmón, Riñón, Hígado y el sistema Bazo Páncreas.
Es válido para todo ser humano, experimentar a
diario y sucesivamente emociones en equilibrio y también estados de
desaliento, tristeza, temores, etc., pero muy breves. Si notamos que una
emoción en deficiencia o exceso se ha “quedado atrapada “, debemos actuar
con la moxa, aportando energía al organismo para sumar este vector a la
fuerza de curación interna y desalojar dicho estado emocional patológico.
ÓRGANOS
EXCESO EQUILIBRIO
DEFICIENCIA
Corazón Angustia
Alegría Llanto
Bazo-Páncreas Obsesión Reflexión
Distracción
Pulmón Depresión
Recuerdo Tristeza -Melancolía
Riñón
Autoritarismo Voluntad Miedo
Hígado Rabia
Decisión
Duda-Indecisión
Por eso, en la Medicina Tradicional
China también se observa la patología del estrés y se aborda según la diferenciación
de síntomas y síndromes. Al aplicar moxa en puntos especiales del cuerpo, al
tonificar el yang y neutralizar la expansión del yin, se puede decir que
ya estamos manejando calor, energía y emociones.
La
termoterapia de la moxa aporta doble información:
1. Al Sistema Nervioso Central, informando desde
cada una de las metámeras que emergen entre dos vértebras (canal de
Vejiga), calentando la raíz nerviosa cercana al órgano afectado,
información que asciende al hipotálamo por la médula espinal, por lo que el
encéfalo emitirá una respuesta.
2. Al calentar por el mismo punto los terminales que inervan a los órganos internos, provocando la vasomoción de la circulación linfática, sensación de calor, disminución del dolor físico y emocional, aumento local de glóbulos rojos (vasodilatación), aumento de la actividad inmune y leucocitaria (diapédesis, fagocitosis, etc.) y aumento de la energía vital (Qi).
2. Al calentar por el mismo punto los terminales que inervan a los órganos internos, provocando la vasomoción de la circulación linfática, sensación de calor, disminución del dolor físico y emocional, aumento local de glóbulos rojos (vasodilatación), aumento de la actividad inmune y leucocitaria (diapédesis, fagocitosis, etc.) y aumento de la energía vital (Qi).
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