La magnetoterapia y su aplicación en la medicina
la magnetoterapia en diversas afecciones médicas. Se realiza una breve revisión histórica del tema, para situar a los lectores en el conocimiento de que la terapia magnética no es nueva, sino, que se viene aplicando desde hace muchos años en diferentes países y por diversos investigadores. Se hace una síntesis histórica de su aplicación en Cuba. Se revisa la tendencia de investigación y desarrollo de la aplicación de los campos magnéticos en el mundo y se recoge información referente a las especialidades en que más se está utilizando, los países e idiomas en que más se publican, las revistas y autores, los efectos adversos que pueden producir los campos magnéticos y además, se resume la situación actual de las patentes en el mundo sobre este tema. Se hace una breve revisión de los efectos biológicos de los campos magnéticos y sus consecuencias, así como las afecciones médicas en que más se utilizan. Se tratan los temas principales que se abordan en el ámbito nacional, acorde con el plan concebido por el movimiento del Forum de Ciencia y Tecnología, motor impulsor de la aplicación de la magnetoterapia en Cuba. Finalmente se plantean las metas para continuar desarrollando la aplicación del magnetismo en la esfera de la salud en Cuba.
Síntesis histórica del magnetismo
El origen de la noción de magnetismo es muy antiguo, se remonta a más de 3500 años, en plena Edad del Hierro, en el antiguo Egipto, China y la India. Entonces ya se descubrió que una piedra especial, la magnetita o imán natural, atraía las limaduras de hierro e incluso se adhería a los objetos de este metal.1-4
El naturalista romano Plinio el Viejo (23-79 d. de ne) trasmitió la interpretación de Nicanor de Colofón (siglo II ane), según la cual, el nombre de magnetita procedería de un cierto pastor llamado Magnes que llevando su rebaño a pastar, observó la atracción que el suelo rico en este mineral ejercía sobre las partes de hierro de sus botas y bastón. Al remover la tierra para encontrar la causa del fenómeno, descubrió una piedra con la muy extraña propiedad de atraer el hierro.1-4
Aristóteles escribe que el filósofo, matemático y científico Tales de Mileto (624-548 ane), uno de los "siete sabios de Grecia" mencionó una piedra mineral que tenía la propiedad de atraer el hierro. Platón dijo que Sócrates afirmaba ya las propiedades de los anillos magnéticos. También se dice que en aquella época Cleopatra solía llevar una tiara de imanes sobre la frente para conservar su belleza.1-4
Cuando muchos siglos después, a comienzos de la Edad Media, la magnetita fue conocida por los alquimistas europeos, la llamaron "piedra imán" (en francés pierre aimant) y al igual que en la antigüedad se le atribuían muchas propiedades curiosas, se suponía que proporcionaba vigor, alivio del dolor, salud y que detenía los procesos de envejecimientos, entre otras.
Hasta después de los estudios y observaciones de Galileo Galilei y su confirmación experimental con el viaje de Fernando de Magallanes alrededor del mundo, terminado por Juan Sebastián Elcano en 1522, no se admitió generalmente que la Tierra fuera redonda, que girara en el espacio y que, por lo tanto, tuviera un eje de rotación cuyos extremos son los polos terrestres.3,4 Esta nueva concepción de la Tierra y los progresos científicos que se produjeron en los cuatro siglos siguientes, sobre todo en el campo de la física, ya indujeron a los científicos a considerarla como un gigantesco imán con sus respectivos polos, magnéticos, en el norte y en el sur. Mientras tanto, los estudios sobre las propiedades de los imanes continuaban y en el siglo XVI, Philippus Aureolus Paracelso (1493-1541) utilizó los imanes en múltiples procesos inflamatorios del soma y otras regiones del cuerpo.1-4
El estudio experimental del magnetismo fue conocido en el mundo por la publicación en 1600 del libro "De Magnete" de William Gilbert, médico de la Reina Isabel I. En el libro se describía el descubrimiento experimental en que se basaba, la declinación de la aguja imantada, que había sido advertido ya por Hartmann en 1544 y estudiada en detalle por Roberto Norman (1590), marinero, constructor de brújulas y uno de los primeros científicos que no pertenecía a la nobleza y carecía de cultura.
"De Magnete" es por sí mismo un gran libro y una exposición de la nueva actitud científica; Gilbert no se limitó a los experimentos, esbozó a partir de ellos, nuevas ideas generales. La que sorprendió más a la imaginación de su época fue la de que los planetas se mantenían en sus órbitas gracias a la virtud magnética de atracción. Se trataba de la primera aplicación plausible física y completamente desmitificada de la ordenación de los cielos. Ello facilitó a Newton su argumentación contra los científicos de mentalidad mecanicista que sólo podían concebir la fuerza como impulso de cuerpos materiales en contacto.1-5
El físico inglés Michael Faraday, en el siglo xix demostró el comportamiento de un imán alrededor de una corriente. Fue el fundador del biomagnetismo y la magnetoquímica. Confirmó que toda la materia es magnética, es decir, la materia es atraída o repelida por un campo magnético.3-6
El médico alemán, Frederik Franz Antón Mesmer (1734-1815) afirmó que las propiedades del imán natural era un remedio para todas las enfermedades y creía que todos los seres animados estaban dotados de una fuerza semejante, que él llamó magnetismo animal, capaz de producir curaciones en los órganos a los que se aplicara. A esta teoría terapéutica se le lamó "mesmerismo" en su honor.4
Mollet en Francia (1753), en su libro "Essalsur Electrifico de Corps" intentó la primera explicación objetiva de los efectos biológicos de la electricidad.3
En 1785, Carlos Agustín Coulomb estableció con gran precisión la ley que lleva su nombre: "La atracción o la repulsión entre dos polos magnéticos con cargas diferentes o iguales, es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa". Ampere y su colaborador Dominique Arago (1786-1853) demostraron que las agujas de acero se magnetizan si se colocan dentro de un alambre circular que lleve corriente eléctrica. Este fue el preludio para que se construyera en 1825 el primer "electromagneto", así llamado por William Sturgeon (1783-1850).4
No obstante, se requería la formalización lógica y matemática de todos los experimentos anteriores para alcanzar un modelo científico, lo que se debió al magistral trabajo de James Clerk Maxwell publicado en 1873 en que establecía el concepto de "los campos eléctricos y magnéticos".
Las bien conocidas ecuaciones de Maxwell señalan que los campos eléctricos magnéticos al variar en el tiempo, generan ondas de energía que se propagan en el entorno espacial con la velocidad de la luz. Este conocimiento demostró que la luz es un fenómeno electromagnético. Los trabajos de Maxwell fueron fuente de inspiración para muchos sabios en los años que siguieron: Röentgen, Curie, Rutherford, Plank y Einstein, entre otros.4
"La Tierra es un gigantesco imán natural de 0,5 Gauss promedio, por ende, transmite energía magnética a todos los organismos vivientes humanos, animales y vegetales. El desarrollo de la vida está indisolublemente ligado a las radiaciones magnéticas, para bien o para mal, es inevitable".5
R.W. Lente en 1850 publicó en el "New York Journal of Medicine" tres casos de retardo de consolidación de fractura curados con corriente eléctrica. Usó un instrumento galvánico y enfatizó la necesidad de aplicar electrodos en ambos sitios de la fractura en contacto cercano al hueso. Garrant en 1860 reportó el uso de la corriente galvánica en pacientes con retardo de consolidación y seudoartrosis.6
Los japoneses Fukada y Yasuda, físico y ortopédico, en 1953 fueron los primeros en demostrar en conejos, los efectos piezoeléctricos del hueso y la colágena, cuando estos son sometidos a una compresión mecánica o a una corriente eléctrica.7
En 1962, Bassett, Becker, Shamos y otros confirmaron las propiedades piezoeléctricas en el hueso viviente y subrayaron que los potenciales son negativos en el área de la compresión y positivos en el área de distracción. Anderson y Ericsson en 1968 agregaron los potenciales de corriente de flujo, llamados también electroquinéticos, presentes en los huesos vivos y húmedos. Esta corriente provoca una diferencia de potenciales en la dirección del flujo de los distintos fluidos que contienen iones.8-11
Muchos investigadores en los últimos 30 años vienen trabajando sobre problemas de investigación básica y aplicada de los campos magnéticos, los imanes y sus efectos sobre los organismos vivos; se han publicado miles de artículos en diferentes revistas y se trabaja intensamente en muchas instituciones científicas sobre este tema.
Uso de la magnetoterapia en Cuba
En Cuba desde la década del 70 existen equipos de magnetoterapia importados de otros países en los hospitales "Dr. Carlos J. Finlay", "Dr. Luis Díaz Soto", CIMEQ, Clínica de 43 y Topes de Collantes.
En 1985-86 se fabricaron en Cuba los primeros 8 equipos ECMP-01 y 10 equipos de corriente directa bipolar (CDB) 402. En 1988 se fabricaron 100 equipos ECMP 02 y 100 CDB. 404, por el CENIC y las FAR. En 1997 se fabricaron otros 100 equipos ECMP-02 y 100 CDB. 404, por la Empresa Militar Industrial "Grito de Baire". Todos estos equipos se están utilizando en función del tratamiento de lesiones óseas.
Desde 1988-89 se viene trabajando en la aplicación de una terapia de campos magnéticos y ozono en el glaucoma por la doctora Lourdes Ferrer.12
En 1991 surge el equipo TERAMAG (Terapia Magnetizada), y alrededor de 142 equipos fueron construidos por la Empresa de Equipos Médicos de Ciudad de La Habana. Se utilizaron inicialmente en el tratamiento de la epidemia de neuritis periférica, dirigido por las doctoras Zoila Pérez y Deysi Santos Díaz. Actualmente se utiliza en otras afecciones médicas.13
A partir del año 1989 se vienen utilizando en un grupo considerable de afecciones médicas los imanes permanentes, el agua magnetizada y la magneto-acupuntura. Un grupo de médicos e investigadores de Sta. Cruz del Norte, de la Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, de las Policlínicas de Especialidades de Matanzas y Ciego de Ávila y en Camagüey, el doctor Sosa Salinas, así como otros especialistas vienen aplicando esta terapéutica con buenos resultados.
En Santiago de Cuba se creó el Centro Nacional de Magnetismo Aplicado como una dependencia de la Universidad de Oriente que trabaja en todo lo relativo a la investigación y desarrollo de la aplicación del magnetismo en la salud, la agricultura y la industria.
En 1996 se creó el Grupo Coordinador para impulsar la aplicación del magnetismo nacionalmente. Se realizan desde 1993 talleres nacionales anuales, impulsados por el movimiento nacional del Forum de Ciencia y Tecnología. Se han efectuado dos foros tecnológicos especiales de la aplicación del magnetismo en la medicina, uno en 1998 y el último en el año 2000, en los que se analizó el trabajo de los últimos 10 años. También se han realizado 6 eventos nacionales de electromagnetismo aplicado y se creó la Sección de Terapia por Campos de la Sociedad de Bioenergética y Medicina Natural.
En el ámbito internacional han sido fundadas la Asociación Europea de Bioelectro-magnetismo (1990); la Sociedad Internacional de Reparación Celular y Crecimiento Biológico (1978); la Sociedad Internacional de Bioelectromagnetismo (1995) y otras sociedades regionales en múltiples países que agrupan a un considerable número de investigadores que trabajan este tema.
Tendencias de investigación y desarrollo de la aplicación de los campos magnéticos en medicina
Es de vital importancia conocer de qué modo influye el campo magnético y electromagnético sobre los seres vivos en primer lugar, pero también cómo el hombre puede manipularlo y obtener beneficios de sus propiedades, ya sea por aplicación directa o por el desarrollo de sistemas y equipos que mejoren la calidad de la vida en general.
En importantes centros de investigaciones del mundo, los sistemas que aplican el campo magnético son muy estudiados, con resultados satisfactorios en muchos casos; lo que abre un vasto horizonte para el desarrollo de diversas tecnologías y aplicaciones. Sin duda, la consulta y el estudio de las tendencias de investigación y desarrollo mundial sobre la aplicación del campo magnético y electromagnético en la salud, son necesarios para definir cuáles son las ramas que más resultados aportan a la sociedad. Es por ello que un trabajo con tales características es indispensable en cualquier proyecto de investigación.
En el presente trabajo se realizó una investigación bibliográfica con la consultoría Biomundi y la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial para determinar las propiedades y posibilidades del campo electromagnético e imanes permanentes en la medicina. Para ello, fueron consultadas las principales bases de datos, entre las que se encuentran Medline, Excerpta Médica, Predicast, Life Science y Base de Datos Biomundi, entre otras. También fue consultado un número importante de publicaciones seriadas, y no seriadas, de las cuales se recogió información transcendental.
Con relación a la información de patentes sobre el tema de la magnetoterapia se consultaron las bases de datos de patentes contenidas en CD-Rom publicados por las principales organizaciones internacionales y los principales países desarrollados entre los que se encuentran los Estados Unidos de América (1975-1995), Japón (1976-1996), Francia (1989-1996), España (1969-1995), Convención de Patentes Europeas (EPO) (1978-1996) y el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT) (1978-1996).
De todas las fuentes consultadas, la mayor cantidad de información fue obtenida de la base de datos Medline con más del 85 % de la información científica analizada localizada en los 4 años realizados (1993-1996) y más de 3 000 registros sobre el tema del magnetismo aplicado a la medicina.
Las principales líneas de investigación del campo magnético aplicado a la medicina actualmente están dirigidas al:
Desarrollo de métodos y equipos para el tratamiento de enfermedades utilizando el campo magnético y electromagnético (CME).
Desarrollo e investigación de las posibilidades de diagnóstico mediante los sistemas de Imagen de Resonancia Magnética (IRM).
Estudio de los efectos adversos producidos por el CME.
Se encontró que los principales efectos que posee el CME y que le permiten ser utilizados en procesos terapéuticos son efectos bioestimulantes, analgésicos, antiinflamatorios y antiedematosos. De acuerdo con los resultados de esta consulta bibliográfica, el CME puede ser utilizado en el tratamiento de enfermedades tales como:
Alteraciones pasajeras de la circulación sanguínea cerebral después de un insulto o trauma.
Neuritis en diferentes localizaciones, dolores fantasmas y polineuritis vegetativa.
Ganglionitis inflamatoria de los troncos simpáticos.
Enfermedades isquémicas ligeras y de grado medio del corazón, endoarteritis y arteriosclerosis oclusiva de los vasos de las piernas y los brazos.
Insuficiencia venosa crónica, incluidas alteraciones tópicas.
Asma bronquial y neumonías prolongadas.
Enfermedades ulcerosas del estómago y del duodeno.
Hepatitis subaguda, incluida la viral, y pancreatitis subaguda.
Osteocondrosis.
Enfermedades distróficas e inflamatorias de las articulaciones, fracturas de huesos tubulares y del maxilar inferior.
Dermatitis crónica, psoriasis y esclerodermia.
Heridas de tejidos blandos.
Otitis aguda, amigdalitis, odontalgia y flemones posoperatorios, entre otras.
Las unidades de IRM tienen un fuerte desarrollo en el ámbito mundial y han demostrado tener ventajas como sistemas de diagnóstico en muchas aplicaciones, al comparársele con la tomografía computadorizada y el ultrasonido.
La rama médica en que más se estudian los efectos del CME es la neurología, seguida por la oncología y la ortopedia.
La región donde más se efectúan estos estudios con fines médicos es América del Norte con el 44 % de los trabajos analizados, a esta le sigue Europa con el 41 % y Asia, Australia y Oceanía con el 13 %. El país que más investiga sobre su aplicación y efectos en medicina es Estados Unidos de América con el 53 % de los trabajos, a este le sigue Alemania con el 14 % y Japón con el 12 %.
Polaridad del Imán
El imán tiene dos polos y cada uno de ellos tiene efectos terapéuticos diferentes. El Polo Norte corresponde al potencial negativo (-) del imán , mientras que el Polo Sur al potencial positivo (+).
El Polo Norte está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor, así como para combatir procesos inflamatorios e infecciosos.
El Polo Sur proporciona energía, fortaleza, vitalidad. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de rigidez, atrofias, debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, artrosis, etc.
El Polo Norte (-) inhibe, detiene los procesos nocivos para el organismo y, además, es regenerador y relajante.
El Polo Sur (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador y vitalizante.
Modo de Empleo
Para su uso terapéutico, el imán es de fácil aplicación, basta poner el polo seleccionado en la zona afectada.
Cuanto más cerca esté de la piel, más rápidos serán sus efectos aunque el imán también se puede poner encima de las prendas de vestir.
Tiempo de Aplicación
El tiempo de aplicación del imán variará según las dolencias y enfermedades que se tratan. Se recomienda dos o tres aplicaciones diarias, en secuencias de quince a cuarenta minutos, incluso más si fuera necesario.