A BIONERGETICA y LAS ENFERMEDADES CARENCIALES.
Joaquín Teherán Lora
La ausencia de aminoácidos,
vitaminas y minerales en el cuerpo acarrean trastornos de diversa índole;
patologías ante las cuales muchas veces como terapeutas nos hemos sentidos
casi que impotentes ante la dificultad
para conseguir que estas enfermedades rediman.
Como son enfermedades provocadas
por la necesidad que tiene el cuerpo de algunos nutrientes que le hacen falta y
que son imprescindibles para mantener la
salud y vivir y de los cuales carece, la salud no se recuperará hasta cuando le
suministremos al organismo los elementos de los que carece y que pide a
“gritos”.
Debemos recordar siempre que al
“cuerpo hay que darle lo que necesita y quitarle lo que le estorba”.
Basados en lo anterior, es
necesario e ineludible – si queremos
ser realmente terapeutas holísticos – que en todo diagnóstico que hagamos determinemos
con exactitud si en el organismo del consultante se presenta la carencia de
algún micronutriente cuya ausencia esté dando origen al cuadro patológico que
estamos tratando y proceder en consecuencia.
Para determinar la existencia de
alguna carencia contamos con la bioenergética y tres (3) cuadros carenciales
(adjuntos): 1- Aminoácidos, 2- Vitaminas y 3-Minerales y enzimas.
PROCEDIMIENTO:
Con el paciente en la posición
con que acostumbramos hacerle la exploración kinesiológica (rastreo), sin
imanes en contacto con él y con la profunda intención (recordar siempre:
intención) mentalmente “pronunciamos” el siguiente comando bioenergético:
-“Carencias!!!”
A continuación medimos las
piernas. Si se desbalancean, podemos asumir que ese organismo sufre de
carencias.
Luego debemos establecer que
tipo de carencia hay: si es de aminoácidos, de vitaminas o de minerales,
“pronunciando” mentalmente:
-“Aminoácidos!!!” y probamos
las piernas para establecer el resultado
-“Vitaminas!!!” y probamos la
piernas nuevamente para comprobar el resultado.
-“Minerales!!! y volvemos a comprobar el estado de las piernas como
respuesta a este comando.
Si la exploración anterior da como resultado
carencia de aminoácidos, por ejemplo, debemos de hacer uso entonces del cuadro
Nº 1 de Aminoácidos para identificar cuál es ese nutriente faltante en el
organismo. Lo hacemos también por bioenergética “pronunciando” mentalmente cada
uno de los nombres incluidos en la lista de aminoácidos y comprobando el estado
de la pierna para cada caso.
De igual forma procedemos en el
caso de que la carencia sea de Vitaminas o de Minerales, usando entonces el
cuadro Nº 2 o 3 respectivamente.
El faltante que haya es lo que
hay suministrarle al paciente en las dosis que el organismo mismo determine por
bioenergética.
LOS AMINOACIDOS.
Necesitamos energía para dos
tipos de funciones: a) mantenernos vivos
y b) realizar actividades
voluntarias.
La función de mantenernos vivos,
o sea la actividad de mantenimiento, se denomina metabolismo basal (basal significa básico, base).
La función de mantenimiento incluye varias actividades:
La síntesis de proteínas.
El transporte activo.
Los latidos del corazón y la
respiración.
La forma y estructura de
nuestras células están determinadas por las proteínas que dirigen casi todos
los procesos vitales encaminados en últimas a la producción de energías.
Las células mantienen su
integridad, se defienden de los agentes externos, reparan sus daños, controlan
y regulan sus funciones gracias a las proteínas.
Las proteínas, son el resultado
de las distintas combinaciones entre veinte
aminoácidos distintos, compuestos a su vez
por carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno (CHON) y a veces, azufre.
Los aminoácidos son, pues, las unidades elementales constitutivas de las
moléculas denominadas Proteínas. Son por tanto, y en un muy elemental símil,
los "ladrillos" con los
cuales el organismo reconstituye permanentemente sus proteínas específicas
consumidas por la sola acción de vivir.
De allí, la importancia de los
aminoácidos en nuestro organismo, dentro de los cuales existen algunos que son
indispensables suministrarlo en la alimentación dado que el organismo es
incapaz de sintetizarlos si no se ingieren.
Estos ladrillos (aminoácidos) se
conocen como esenciales y
constituyen los factores limitantes para alcanzar la óptima nutrición proteica (mal
nutrición).
La
mal nutrición provoca:
Reducción de la competencia inmune,
es decir la respuesta específica de anticuerpos y de los glóbulos blancos disminuye.
También disminuye la síntesis
del glutation que es el antioxidante
y el protector más importante de nuestras células. Su deficiencia es
consecuencia de una pobre ingesta de dos
aminoácidos que son la materia prima para su elaboración: la glicina y la cisteina.
El déficit del glutation reduce
la capacidad de limpiar los productos de
desechos que los microorganismos nos dejan, los conocidos Radicales Libres. Estos actúan prolongando el daño a
las células propias y de paso aumentan el riesgo de
un cáncer, promovido por una infección de un virus, por ejemplo la hepatitis B
o por la ingestión de productos químicos inductores o promotores de cáncer, por
ejemplo pesticidas, toxinas de hongos, etc.
La falta de proteínas produce
vulnerabilidad a las infecciones en nuestro organismo lo que se manifiesta en
el pulmón y en el intestino delgado.
En ambos, la secreción continua
y normal de mucosidades permite un
verdadero barrido de las sustancias dañinas, entre ellos sustancias
potencialmente cancerígenas y también de microorganismos infecciosos que
pudieron entrar.
Esta sustancia viscosa está constituida por azúcares y
proteínas (glucoproteínas) y es de secreción constante y requiere del aporte de
proteínas adecuado. Si este aporte falla en cantidad o calidad (falta de
ciertos aminoácidos conocidos como cisteína o treonina) el mucus será pobre o
de mala calidad reduciendo nuestra capacidad de defensa.
El ser humano necesita incluir
en su dieta ocho aminoácidos esenciales para mantenerse sano:
leucina, isoleucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y
valina.
Muy buen artículo. Gracias por compartir
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