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¿QUÉ ES EL BIOMAGNETISMO MÉDICO?*

El Biomagnetismo Médico es un sistema de diagnóstico terapéutico medicinal que por medio de la aplicación de imanes de una determinada fuerza y polaridad opuesta en puntos específicos del cuerpo, consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de los padecimientos graves del hombre.
Es una disciplina terapéutica cuyo objetivo es el de conseguir el equilibrio bioenergético.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones del PH (Potencial de Hidrógeno) de los seres vivos; para tal objetivo el Dr. Isaac Goiz, nos ha provisto de un mapa corporal, en el que se detallan los puntos o Pares biomagnéticos (descubierto por él, en 1988) en los cuales se han de aplicar los imanes.
Por medio del Biomagnetismo Médico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas producidas por virus y bacterias. Se puede diagnosticar y brindar un tratamiento idóneo para cualquier enfermedad, siempre que no haya destruido o deteriorado el tejido del órgano afectado.

martes, 28 de julio de 2015

BIOMAGNETISMO ES SALUD Y BIENESTAR!!!

Tlahui-Medic. No. 24, II/2007

http://www.tlahui.com/tlahui2/tlahui3/tlahui4/images/citlap.gif El uso de imanes magnéticos en la salud y la herbolaria 


RESUMEN

Magnetoterapia como energetizante. La Magnetoterapia descubrió que el Polo Sur o positivo (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador, vitalizante y proporciona energía. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, etc.

Magnetoterapia como analgésico y antinflamatorio. El Polo Norte o negativo (-) del imán por el contrario es relajante, detiene los procesos nocivos para el organismo y, está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor, así como para combatir procesos inflamatorios.

El Biomagnetismo es un notable sistema terapéutico que fue desarrollado por el Doctor Isaac Goiz de México, a partir del año 1988 en adelante, y que hace uso de potentes imanes para combatir virus y otros gérmenes que están en el trasfondo de muchas enfermedades graves. Los descubrimientos inéditos del Dr. Goiz, como por ejemplo el concepto del "Par Biomagnético", son tan trascendentes, que sólo las generaciones futuras de profesionales de la medicina, podrán dimensionarlos en sus verdaderos alcances.Por esta razón, los resultados visibles y contundentes del Biomagnetismo, superan notoriamente lo que había conseguido la Magnetoterapia.

El Biomagnetismo del Dr. Goiz en cambio, opera en lapsos de 15 a 25 minutos, con imanes pequeños de alta potencia que se ubican por pares, con ambas polaridades en sitios muy específicos del cuerpo, donde se ocultan virus, bacterias, hongos o parásitos, previamente identificados. Estos gérmenes no resisten el impacto magnético y sucumben, facilitando la recuperación de graves dolencias, en un gran porcentaje de casos.

En el polo positivo se establece una acidosis del órgano afectado, también se acorta la materia y por lo mismo el órgano decrece en sus dimensiones y posteriormente ocurren los fenómenos degenerativos, todo ello en presencia o no de virus patógenos.

En el polo negativo, ocurren fenómenos semejantes pero de polaridad contraria. Se establece una alcalosis del órgano, la distensión de su materia que condiciona un estadio de flogosis y de edema. Posteriormente ocurre la disfunción del órgano, y finalmente procesos degenerativos, y todo ello en presencia o no de bacterias patógenas.

Es importante destacar que los descubrimientos del Dr. Goiz con su Biomagnetismo fueron mucho más allá de lo que anteriormente se conocía como "Magnetoterapia", que ya había percibido ciertos efectos sedantes, y desinflamantes del polo norte del imán, o bien, estimulantes y aceleradores del crecimiento de las células con el polo sur.

El magnetismo había dado origen a la venta indiscriminada en ciertos países desarrollados, de distintos accesorios como cinturones, fajas, colchonetas, cintillos, parches, etc., magnetizados o provistos de imanes para ser usados con distintos fines terapéuticos. Podemos decir que este uso de los magnetos fue como disparar a la bandada, sin tener claro a lo que le estábamos apuntando (por ello se ganó un cierto desprestigio).

Es evidente que al proporcionarnos un mapa exacto de estos pares de puntos en el cuerpo, el Dr. Goiz con su Biomagnetismo no deja oportunidad de especular con la posible ubicación del magneto. Además, nos dice precisamente el nombre del microorganismo que se ubica en tal o cual punto. Este conocimiento y el peculiar método de diagnóstico, permite el insólito hecho de poder reconocer, en una primera sesión, enfermedades que sólo el paciente sabía que tenía por medio de exámenes previos.

Estos nuevos conceptos médicos ayudarán a la humanidad, de manera más sencilla, eficiente, no onerosa, y sin tanto daño colateral, permitiendo al cuerpo recuperar su nivel energético normal (NEN).

La exposición y desarrollo del "Par Biomagnético", constituye una herramienta de primer orden para todas aquellas personas que quieran curar, pues aún cuando son complejas sus bases científicas, su metodología es sencilla y accesible, para aquellos que sin tener estudios formales de Medicina, buscan acrecentar, mediante diversas formas, la salud del individuo, de la familia y de la comunidad en su conjunto, esto es, aportando desde la Antropología de la salud.

INTRODUCCIÓN

Nuestra cultura médica actual (1) impuesta a sangre y fuego durante la conquista - no borró del todo los procedimientos y conceptos de la medicina tradicional, que se ha mantenido por la cultura indígena y reaprendiendo por los médicos ortodoxos que finalmente han encontrado elementos prácticos sólidos y resultados clínicos importados; sin embargo, debido a la cultura Helénica impuesta, también sucumbe a la metodología de la medicina occidental y se deja llevar por el concepto analítico y analógico de la sintomatología, de la signología o de la descripción anatomoclínica, que auxiliada por todos los estudios de laboratorio o gabinete, llega a la confección de diagnóstico y tratamiento de orden sintomático, signológico o descriptivo, pocas veces etiológico.

La medicina desde el tiempo de los griegos es concebida como curar sin dañar. Hoy en día, en relación a la medicina alópata, se cuestiona uno su posibilidad de curar: y lo que no queda a discusión, es su factibilidad permanente de dañar de acuerdo a los métodos e instrumentos aplicados. "Por lo tanto, en este mundo globalizado, que reporta fortalezas y debilidades, hemos de reconocer su relación a las primeras y los avances y beneficios que se registran en el campo de la comunicación, entendiendo que este término implica hacer común al conocimiento de todos, un avance o concepto determinado. Es por ello que podemos observar que las llamadas medicinas alternativas que más bien son medicinas tradicionales del hombre, día a día conquistan más gente en todo el mundo ya que además de cumplir con el principio de curar sin dañar, son de fácil accesibilidad a extractos sociales que difícilmente alcanzan los estándares económicos que los médicos alópatas exigen" (2). Como parte de estas medicinas tradicionales encontramos el biomagnetismo en general y el par biomagnético en particular.

El Dr. Guillermo Bonfil Balata afirma lo siguiente: ¿Qué país sería un México que reivindicara su condición pluriétnica? "Sería un país en el que todas sus pontecialidades culturales existentes tendrían la oportunidad de desarrollarse y probar su vigencia; sería una sociedad nacional que no renunciara a ningún segmento de los recursos que ha creado a lo largo de su historia. Sería un país capaz de actuar en el escenario internacional desde una posición propia y auténtica; un país diferente que sostiene y afirma sus propias metas derivadas de su propia historia. Sólo entonces podría hablarse de una descolonización auténtica, no consistente en entablar una pelea por seguir el mismo camino que nos han impuesto sino definir y andar el camino propio" (3).

Dentro del campo de la medicina física, existe un capítulo poco abordado: la utilización de los campos magnéticos de mediana intensidad para el diagnóstico, tratamiento y prevención de las patologías.

La magnetoterapia se ha aplicado con un principio unipolar, en disfunciones o lesiones bajo dos conceptos relativamente confirmados:

1. El polo sur como analgésico.
2. El polo norte como antiinflamatorio.

Los campos magnéticos utilizados son de baja intensidad -más o menos 100 a 500 Gauss- por tiempos prolongados (horas o días) y en las zonas con sintomatología clínica. En este trabajo se mostrarán los conceptos de magnetoterapia y se abordará el biomagnetismo y la bioenergética, que por tratarse de un fenómeno vibracional asociado a la medicina, podemos conceptuar como "médico" o "medicinal".

OBJETIVO

Establecer y dar a conocer el Biomagnetismo, como una terapia alternativa que puede brindar a un mayor número de personas de todos los estratos sociales, una opción de tratamiento eficaz y con resultados inmediatos, evitando el uso de medicamentos de altos costos y en muchos casos cirugías innecesarias que les permitirá gozar una excelente salud y en algunos casos mejor calidad de vida, usando como coadyuvante la herbolaria tradicional mexicana.

BREVE HISTORIA DE LA MAGNETOTERAPIA (4)

Muchas culturas ancestrales, entre las que se encuentran la china, la hindú, la árabe, la hebrea y las antiguas dinastías egipcias, utilizaban imanes por sus propiedades terapéuticas. La leyenda cuenta que Cleopatra, para retrasar el proceso de envejecimiento, dormía con una piedra imán sobre la frente. En el siglo III a.C., Aristóteles escribió acerca de las propiedades curativas de los imanes naturales, que llamaba "imanes blancos".

En el siglo I d.C., Plinio el Viejo, historiador romano, habló sobre la utilización de los imanes para curar los problemas oculares. Durante ese mismo siglo, algunos geománticos chinos empezaron a documentar lo efectos sutiles del campo magnético terrestre en la salud humana y la enfermedad después de utilizar brújulas de gran precisión para la exploración de las condiciones geomagnéticas.

En el siglo II, el célebre médico Galeno recomendaba el empleo de imanes para tratar el estreñimiento y diversos trastornos dolorosos. En el siglo IV, Marcel, el filósofo y médico francés, aconsejaba llevar un imán alrededor del cuello para aliviar los dolores de cabeza. En el siglo VI, Alejandro de Tralles utilizaba imanes para tratar el dolor de las articulaciones.

Después, durante el siglo X, el médico islámico Ibn Sina, también conocido como Avicena, afirmó que era capaz de tratar la depresión mediante la terapia magnética. Alrededor del año 1000, un médico persa documentó la utilización de imanes para aliviar dolencias como la gota y los espasmos musculares.

Un gran número de médicos y sanadores utilizaron los imanes para curar diferentes problemas médicos hasta el siglo XVI, cuando el célebre médico Paracelso no sólo abogó por los imanes para curar trastornos específicos, sino que además describió con detalle los diversos efectos curativos de las polaridades magnéticas en los seres vivos. Paracelso fue uno de los primeros en postular que la propia Tierra era un gran imán. En sus obras sobre terapia magnética, Paracelso defendía que el "imán es el rey de todos los secretos".

En 1777 la Real Sociedad francesa de medicina examinó los estudios sobre curación magnética realizados por un abad francés llamado Le Noble. Sus informes sobre los efectos de los tratamientos magnéticos fueron tan favorables que concluyeron que el imán parecía destinado a desempeñar un papel tan importante en la práctica y la teoría médica como el que estaba comenzando a tener en el campo de la física experimental.

Curiosamente, unos pocos años después esa misma entidad condenó la obra sobre "magnetismo animal" de Franz Anton Mesmer, quien utilizaba "pases magnéticos" en sus pacientes al tiempo que aplicaba la energía del "magnetismo humano" por contraposición a las piedras imán magnéticas. Mesmer entendía la curación magnética según una teoría astrológica según la cual el sol, la luna e incluso la tierra, poseen energías magnéticas sutiles que pueden influir en el sistema nervioso humano y proporcionar energía al cuerpo. Las teorías de Mesmer se asemejaban mucho a las de Paracelso. Los dos afirmaban que existen un fluido magnético o una fuerza de la naturaleza invisible y sutil que se intercambia entre el cielo y la Tierra y que dicha fuerza magnética puede curar y proporcionar energía a los seres vivos.

Mesmer estaba convencido de que el ser humano posee una clase de magnetismo específico, que él denominó "magnetismo animal", para distinguirlo de las limaduras de hierro o "ferromagnetismo". Continuó su labor desarrollando técnicas que permitieran captar y utilizar ese tipo de energía con el objeto de curar a sus pacientes. Mesmer solía sustituir la energía de los imanes permanentes que había utilizado por su propio magnetismo animal. Si bien no fue comprendido durante su época, en el siglo XX los investigadores han hallado pruebas de que tal vez Mesmer no se encontraba tan lejos de la verdad en relación con sus afirmaciones sobre el magnetismo animal.

Tan sólo unos ochenta años después, el famoso químico francés Louis Pasteur documentó los descubrimientos que había realizado en relación con los efectos de los imanes en el proceso de fermentación. Pasteur también desarrolló un tratamiento para la rabia, así como el proceso de esterilización de la leche (pasteurización). Pasteur se percató de que si colocaba un imán cerca de una cuba de fermentación llena de fruta (tal como se utiliza en la producción de bebidas alcohólicas), el proceso de fermentación era más rápido. En aquella misma época Samuel Hahnemann, el creador de la homeopatía, también experimentó con los imanes con fines terapéuticos y acabó defendiendo el uso de los imanes para tratar un gran número de trastornos de la salud.

El mayor defensor de la terapia magnética durante la segunda mitad del siglo XIX fue el doctor C., J. Thacher. Este médico explicaba que la energía de la vida provenía de la fuerza magnética del sol y era conducida a través de la sangre debido a su alto contenido en hierro. Aproximadamente un siglo después, en 1954, Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química por sus descubrimientos sobre las propiedades magnéticas de la hemoglobina, una sustancia presente en la sangre que contiene hierro. A mediados del siglo XX, el interés por la curación magnética aumentó rápidamente en países como la India, Rusia y Japón.

Los estudios efectuados durante los últimos 30 años han demostrado una notable similitud entre los efectos biológicos beneficiosos de las manos de un sanador y los efectos terapéuticos de los imanes permanentes en los seres vivos.

MAGNETISMO (5)

Si aceptamos que la Tierra es un imán gigantesco , que todas las formas de vida están bajo la influencia de la fuerza magnética de los polos terrestres y que cada individuo está compuesto por células (cada célula es una unidad eléctrica), la aplicación del magnetismo en beneficio de los seres vivos es una opción sana y natural. La atmósfera que rodea la Tierra contiene cargas positivas y negativas (fuerzas magnéticas), que luego de ser incorporadas a los pulmones, pasan a la sangre. Las corrientes magnéticas provenientes de la Tierra y la atmósfera penetran en los músculos, en las grasas y en los huesos, fortalecen los nervios y actúan sobre todos los tejidos vivos.

Cada célula del cuerpo humano es una pequeña pila eléctrica. El ser humano está compuesto de billones de células, es decir, por billones de unidades eléctricas. Estas células vibran y oscilan en ciertas frecuencias y reciben de la atmósfera su funcionamiento eléctrico individual. Los campos magnéticos tienen la capacidad para reparar los tejidos.

El Biomagnetismo es el estudio del efecto de campos magnéticos en sistemas biológicos. Algunas de las aplicaciones más importantes de los electroimanes, son las siguientes:

1) Aplicaciones biológicas. Se sabe desde hace mucho tiempo que los campos magnéticos intensos afectan al crecimiento de plantas y animales. Así, se han utilizado electroimanes para generar campos magnéticos intensos y estudiar sus efectos en el crecimiento de plantas y animales y, además, analizar su efecto en el comportamiento de estos últimos.

2) Aplicaciones médicas. Las aplicaciones de los campos electromagnéticos con fines médicos tienen ya una larga tradición. Sin embargo, desde un punto de vista científico, las debemos considerar como un área todavía en desarrollo. Se han aplicado campos magnéticos para arreglar arterias, sacar tumores y para sanar aneurismas sin cirugía. También se estudia la influencia de los campos magnéticos en las funciones vitales del cuerpo humano. Para su uso en terapia es preciso utilizar campos de una intensidad mucho mayor que la que limitan las normas de seguridad para la radiación.


Acción del magnetismo en las plantas vivas

Al poner en contacto una planta con un campo magnético o cuando es regada con agua magnetizada, se puede observar un aumento de la velocidad de crecimiento, aumento de la longitud y de su peso. El uso de los imanes en aspectos biológicos no es nuevo, pero desde siempre, las propiedades sanadoras de los imanes y del magnetismo en general se han considerado marginales a la ciencia.

La influencia del campo geomagnético sobre el crecimiento de las plantas fue científicamente establecida por primera vez en 1862 por el químico francés Louis Pasteur (1822-1985). Pero en realidad, el padre de los biomagnéticos modernos es el Dr. Albert Roy Davies, que logró una patente en 1950 para tratar las semillas magnéticamente y conseguir así estimular su crecimiento.

Al estudiar la influencia de la orientación de las semillas durante el tratamiento magnético, se ha advertido un mayor crecimiento si el eje longitudinal de las semillas se halla orientado en la dirección norte-sur. Por otro lado, se ha observado que bajo la influencia del polo norte las plantas crecen altas y delgadas, mientras que bajo la influencia del polo sur crecen más cortas y gruesas. Por ejemplo, los plátanos regados con agua imantada con energía del polo sur se hacen más gruesos y dulces, mientras que los regados con agua imantada con el polo norte son más delgados y verdes.

Acción de los campos magnéticos sobre el agua

Debido a la naturaleza polar del agua, a su paso por un campo electromagnético se produce una ordenación en sus moléculas y ciertos cambios estructurales que se traducen en la variación de algunas de sus propiedades. Se pueden observar variaciones en los valores del pH y de la conductividad eléctrica, que son ligeramente mayores, disminución de la tensión superficial y viscosidad, así como el incremento de la solubilidad de distintas sales, principalmente de carbonato cálcico.

Al tratar el agua con imanes, ésta modifica algunas de sus propiedades; entre otras se hace más humectante y atraviesa con mayor facilidad las membranas de las células, facilitando su metabolismo.

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