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¿QUÉ ES EL BIOMAGNETISMO MÉDICO?*

El Biomagnetismo Médico es un sistema de diagnóstico terapéutico medicinal que por medio de la aplicación de imanes de una determinada fuerza y polaridad opuesta en puntos específicos del cuerpo, consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de los padecimientos graves del hombre.
Es una disciplina terapéutica cuyo objetivo es el de conseguir el equilibrio bioenergético.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones del PH (Potencial de Hidrógeno) de los seres vivos; para tal objetivo el Dr. Isaac Goiz, nos ha provisto de un mapa corporal, en el que se detallan los puntos o Pares biomagnéticos (descubierto por él, en 1988) en los cuales se han de aplicar los imanes.
Por medio del Biomagnetismo Médico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas producidas por virus y bacterias. Se puede diagnosticar y brindar un tratamiento idóneo para cualquier enfermedad, siempre que no haya destruido o deteriorado el tejido del órgano afectado.

jueves, 23 de julio de 2015

Biomagnetismo es Salud y Bienestar...Gènesis de la enfermedad-QISOMA

TERAPIAS ELECTROMAGNETICAS.
LA ENFERMEDAD  COMIENZA EN LA CELULA
Feb-2015


La enfermedad es propia de los organismos vivos cuando en éstos  existe una mala función en las células que los constituyen.

Cuando en una célula se alteran las funciones de transporte de líquidos y sales desde y hacia su interior se desarrolla un trastorno que en último término la paraliza y le impide cumplir su tarea; le impide repararse a sí misma y multiplicarse.

Si tal proceso se lleva a cabo en millones de células en todo el organismo, el efecto final es el mal funcionamiento de los órganos y sistemas,produciéndose la fatiga, el daño de su estructura y por consiguiente el dolor, la inflamación y la deformidad.La prolongación de estos trastornos en el tiempo conlleva la muerte.

LA MOLECULA ES EL NIVEL DE LA "NO ENFERMEDAD"

Toda la vida está sostenida sobre una enorme estructura hecha a partir de átomos y moléculas.

Si comparamos al cuerpo con un enorme edificio podemos decir que los átomos y  moléculas son sus ladrillos que se mantienen unidos  y comunicados por medio de campos de fuerzas que son eléctricos, magnéticos, iónicos, etc.

Estas moléculas y átomos generan corrientes de energía que atraviesan al cuerpo en todas direcciones. Estos campos energéticos se relacionan a su vez con los campos que lo circundan, como el campo magnético de nuestro planeta, las energías radiantes del sol, los campos de energía creados por el hombre y los campos de energía de los demás seres vivos y no vivos (como los minerales, los elementos de la naturaleza, etc.)

Si nuestros átomos y moléculas poseen alta energía y esta fluye libremente a través de ellos, nuestro cuerpo tendrá un funcionamiento armónico y en equilibrio, manifestando salud y vigor. Pero si por el contrario, la energía es poca, está desorientada, desbalanceada, represada en algunos órganos y sistemas y escasa en otros, tal desbalance crea la enfermedad.

Por lo tanto, si a un organismo que posee sus energías desbalanceadas y sus moléculas desordenadas se le aplica un campo electromagnético uniforme, con unos polos norte y sur bien definidos y coordinados con los propios polos magnéticos terrestres, se le puede reordenar en su estructura molecular y atómica que repercutirá a su vez en el orden interno celular.

Si las células están ordenadas y sincronizadas entre sí, el funcionamiento de tejidos, órganos y sistemas será óptimo y por lo tanto, la maquinaria corporal será muy eficaz en su trabajo y muy fuerte en su estructura. Eso se expresará como salud, vigor y bienestar.

Porqué se enferma una célula y dónde está el origen de su desorden

LA MOLECULA es la clave del origen de la enfermedad celular  y de la cura de la misma.

La  molécula no es más que un pequeño cúmulo de materia regida por principios de interacción eléctrica, magnética y vibracional. Es decir, el nivel más esencial de la vida está en donde la energía se materializa a través de sus formas primarias: en átomos y moléculas.

Si las moléculas se alteran, se enferman las células y así lo hace también el organismo.

Si las moléculas se armonizan, el efecto será igual para la totalidad.

Este es el principio de las Terapias de electromagnetismo, vibración y repolarización molecular que cada día se abren campo en la práctica de la medicina alternativa.

Los átomos y las moléculas, a nivel celular,  en sí mismas no se enferman, pero una inadecuada interacción de ellos en el interior de las células (donde forman membranas, núcleo, etc.) sí que dan origen en las células a un proceso de mal funcionamiento que llamamos enfermedad.

Cuando en una célula se alteran los mecanismos de transporte de iones (átomos con carga), cuando se alteran las moléculas o los electrones, se crea un desequilibrio interno que en último término conlleva a la parálisis de sus funciones, a la parálisis de su intercambio con el medio externo (ingreso de agua y sales), a la parálisis de la fabricación de moléculas de auto reparación (para reemplazar secciones dañadas de su estructura) y de replicación (ADN) y le sobreviene la muerte.

Pero es del caso que esto se puede dar a una escala de miles o millones de células del cuerpo y no en una sola.

Cuando esto sucede, con muchas células debilitándose y muriendo, se altera el funcionamiento de órganos y tejidos sobreviniendo entonces la enfermedad y luego la  muerte del organismo como una totalidad.

Cualquier circunstancia, fuerza o elemento que altere la normal interacción en nuestros átomos y moléculas celulares tendrá, por consiguiente, la capacidad de alterar también el funcionamiento de nuestro organismo.

Químicos inhalados o ingeridos (aire contaminado, gases, alimentos, medicamentos, tóxicos, etc.), campos de radiación eléctrica o magnética (transformadores de energía, radiaciones ionizantes, luces o sonidos de determinadas frecuencias, imanes, energía nuclear y otros), tienen, todos ellos, la capacidad de modificar la conducción eléctrica, el intercambio iónico, la utilización de la energía y el propio código genético de nuestras células, enfermándolas o aliviándolas, según sea el caso.

Todos estos factores poseen la capacidad de alterar la polaridad y la carga eléctrica o magnética de nuestras moléculas constitutivas, las cuales poseen, en razón de las cargas eléctricas, magnéticas y iónicas de sus átomos, unaconfiguración espacial determinada, una forma en el espacio que es la que les permite interactuar con otras moléculas y cumplir su función específica al interior de células y tejidos.

Cuando la molécula pierde su forma, pierde su función, y enferma a la célula donde se encuentra o a donde ha ido a cumplir su tarea, así, la consecuencia de toda enfermedad de nuestro cuerpo se sitúa en su nivel celular, pero su origen y su solución, está en sus «ladrillos constitutivos»  o moléculas.

EL NIVEL DE RESONANCIA:
Los átomos, las moléculas, las células, los organismos, los planetas, los soles y las estrellas poseen vibración porque están hechos de energía en movimiento.

Cuando la energía se mueve a altas frecuencias se crea un movimiento oscilatorio constante que se llama vibración.

Cuando un organismo se enferma, pierde energía y al hacerlo disminuye su oscilación y por tanto su vibración.

Cuando una célula se enferma, lo hace porque sus moléculas constituyentes han disminuido su capacidad de vibrar y por tanto de traspasar energía a la siguiente.  Dicho de otra forma, pierden capacidad de conducir las corrientes eléctricas que son las responsables del intercambio de sustancias, iones, agua y otros hasta que sobreviene la parálisis.

Con todo lo afirmado vislumbramos ya, la importancia de la corriente eléctrica en nuestro organismo.
«El cese del movimiento de la energía en un ser vivo es igual a su muerte»

Si a un organismo enfermo se le somete a un patrón de vibración constante de una determinada frecuencia, todas sus moléculas constitutivas comenzaran a oscilar hasta encontrar un punto de equilibrio donde el movimiento se hace óptimo, que se conoce como nivel de resonancia. Allí, la transmisión de energía es óptima y toda la estructura celular estará vibrando al compás de sus moléculas constitutivas. Estas se "alinearán" en un mismo eje vibracional que hará resonar armónicamente toda la estructura del cuerpo como si fuera uno solo.

Terapias de Electromagnetismo y Repolarización Molecular
Toda la comunicación interna del  organismo se hace a través de mensajeros químicos, que no son otra cosa que moléculas, e impulsos eléctricos.

Las células se comunican entre sí por medio de corrientes de energía que viajan a través de las conexiones nerviosas y por millones de moléculas mensajeras que viajan por la sangre.
De esta manera, todas las células comparten información y adquieren conciencia de «organismo».

Desde todo el resto del cuerpo llega información al cerebro, que es un gran lector electroquímico. Toma esta información, interpreta dichas señales y responde a su vez disparando «impulsos eléctricos» y secretando sustancias   que van por la sangre a todos los demás órganos, creando en ellos algún efecto.

Cuando la información que le llega al cerebro por la sangre y los nervios aferentes (que entran) es clara, rápida, libre de interferencias, concisa y ordenada, el lector cerebral es capaz de interpretar rápida, eficiente y correctamente su significado, produciendo una respuesta igualmente nítida, ordenada y adecuada a los requerimientos del medio interno y externo del organismo. Hace por lo tanto, los ajustes necesarios para continuar de modo eficiente el proceso vital.

Por el contrario cuando, la información es inexacta, contaminada y desordenada, el lector cerebral se incapacita para responder correctamente  a las demandas internas o externas y se equivoca en sus acciones.

Cuando el lector funciona mal, yerra su respuesta, pierde la conexión con el resto del organismo y con el entorno y comienza a manejar mal el tiempo y el espacio interno y externo; equivoca sus respuestas, altera la química y la mecánica interna iniciándose los fenómenos celulares que conducen a la enfermedad.



EL MAGNETISMO CELULAR y EL MAGNETISMO TERRAQUEO..
Estamos ubicados  en un planeta que es  de naturaleza magnética, como nosotros también los somos.

Nuestras moléculas poseen su propio dipolo positivo-negativo que se ve influido por los flujos del magnetismo terráqueo.

Es lógico concluir que si estamos formados por trillones de moléculas que funcionan como micro imanes que forman nuestras células y que las comunican entre sí, la orientación que ellas posean en relación con los propios polos terrestres afecta nuestra posición, orientación y alineación en nuestra vida.

Si nuestros polos moleculares están anárquicos y desorientados en relación con el mundo que habitamos, nuestra«posición» estructural estará mal orientada ante él.

Y si el cerebro lee, la carga eléctrica y magnética de las moléculas , o lo que es lo mismo, su estructura espacial y éstas están desordenadas, la respuesta será, como ya dijimos errada. El resultado es la pérdida de energía, conflicto orgánico  y enfermedad.

De acuerdo a lo anterior, es imperativo por lo tanto, realizar un reordenamiento molecular de células, tejidos, fluidos (sangre y linfa), órganos y sistemas. Y esto se consigue mediante las Terapias de Electromagnetismo Pulsante (TEMP) con las cuales se consiguen los siguientes efectos:

  Eliminación de las sobrecargas de energía en puntos específicos del cuerpo y en particular en articulaciones, tendones y ligamentos, mejorando su funcionamiento, recuperando arcos de movimiento limitados o perdidos y eliminando dolores. Son altamente beneficiosas para enfermedades de huesos y articulaciones, como artritis, artrosis, bursitis, congelamientos articulares.

 Se consigue la organización de los mensajeros químicos sanguíneos con la consecuente purificación, fluidificación y limpieza de la sangre obteniéndose mejoramiento de la salud del corazón y la circulación en general.

 Optimización del funcionamiento hepático con el consiguiente aumento de la capacidad de producción de energía corporal lo que se manifiesta en el aumento de la resistencia física y la vitalidad.

 Mejoramiento de la función renal, aumentando su capacidad de filtrar la sangre y eliminar toxinas.

 Incremento de las funciones mentales y del pensamiento. El cerebro lee mejor la información llevada por los mensajeros químicos de la sangre. Entonces, se piensa mejor, se analiza mejor, se incrementa la capacidad de raciocinio y la intuición.

 Disminución de la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina. Con ello se disminuye la sobrecarga de trabajo en las glándulas y se eliminan las zonas de fatiga crónica, física y mental.

 Se potencia la eficacia del sistema inmunológico  en la defensa contra las enfermedades infecciosas y degenerativas.

 Prevención de las enfermedades malignas como cánceres y linfomas.

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