Objetivo: Conocer el poder y acciòn de los imanes como sistemas curativos en la terapia biomagnètica.
http://www.biomagsm.com/uploads/2/3/6/9/23695893/7319858.jpg
¿QUÉ ES EL BIOMAGNETISMO MÉDICO?*
El Biomagnetismo Médico es un sistema de diagnóstico terapéutico medicinal que por medio de la aplicación de imanes de una determinada fuerza y polaridad opuesta en puntos específicos del cuerpo, consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de los padecimientos graves del hombre.
Es una disciplina terapéutica cuyo objetivo es el de conseguir el equilibrio bioenergético.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones del PH (Potencial de Hidrógeno) de los seres vivos; para tal objetivo el Dr. Isaac Goiz, nos ha provisto de un mapa corporal, en el que se detallan los puntos o Pares biomagnéticos (descubierto por él, en 1988) en los cuales se han de aplicar los imanes.
Por medio del Biomagnetismo Médico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas producidas por virus y bacterias. Se puede diagnosticar y brindar un tratamiento idóneo para cualquier enfermedad, siempre que no haya destruido o deteriorado el tejido del órgano afectado.
Es una disciplina terapéutica cuyo objetivo es el de conseguir el equilibrio bioenergético.
Estudia, detecta, clasifica, mide y corrige las alteraciones del PH (Potencial de Hidrógeno) de los seres vivos; para tal objetivo el Dr. Isaac Goiz, nos ha provisto de un mapa corporal, en el que se detallan los puntos o Pares biomagnéticos (descubierto por él, en 1988) en los cuales se han de aplicar los imanes.
Por medio del Biomagnetismo Médico, se regulan y corrigen las patologías infecciosas producidas por virus y bacterias. Se puede diagnosticar y brindar un tratamiento idóneo para cualquier enfermedad, siempre que no haya destruido o deteriorado el tejido del órgano afectado.
jueves, 30 de julio de 2015
Bebe
agua de mar y beberás vida
Agua de mar que
convierte desiertos en vergeles, cura desde una cirrosis a una rinitis, mejora
la calidad de tu nutrición, fortalece las dietas infantiles y es avalada por
investigaciones e informes médicos a lo largo de décadas. Ya. Ya sé que crees
que quien la bebe muere rápido o se vuelve loco. Hay muchas historias de
náufragos y varias películas que se te vienen a la cabeza. Pero ten en cuenta
una cosa: nada (o poco) es como te contaron.
¿Viajas conmigo a
esta nueva isla líquida? Es una isla que te ha estado siempre esperando.
DE GRECIA AL
SIGLO XIX
Herodoto escribió, cuatro siglos antes del nacimiento de
Cristo, que “la cura de sol y el agua de mar se
impone en la mayoría de las enfermedades y, sobre todo, en las afecciones de la
mujer”. Eurípides, que “el mar cura las enfermedades de los hombres”. Y no se
estaba refiriendo a las provocadas por la melancolía.
Tuvieron que pasar años y años, muchos años más, hasta llegar
a un hombre, el investigador francés René Quinton. El reloj del
tiempo marca esta fecha: finales del siglo XIX, comienzos del siglo XX. En
1904, Quinton publica “El agua de mar,
medio orgánico” como estandarte de sus investigaciones. Para él, las
enfermedades son un ‘ensuciamiento’ del medio interno celular. Somos un 70% de
agua, de agua salada (así es nuestro sudor, así son nuestras lágrimas); si
nuestro medio ‘marino’ se altera, nuestra salud se altera.
Venimos del mar. ¿Lo dudabas?
Quinton experimentó con perros enfermos. En transfusiones,
sustituyó toda su sangre porplasma marino. A
finales del XIX, en 1897, ya demostró que el organismo del perro convertía ese agua de mar en
sangre casi de forma inmediata, que el animal curaba y, además, reforzaba
ampliamente su vitalidad. Más allá de sus experimentos, Quinton instaló en
Francia ‘dispensarios marinos’ y curó con éxito enfermedades mortales en la
época: cólera, tifus y tuberculosis quedaron anotadas en su lista de éxitos. Un
colega coetáneo, el doctor Robert Simon, decía esto de su trabajo: “Tras sólo
tres años de experimentos nadie puede prever los límites que el futuro
concederá a este método. Los últimos ensayos (gota, reuma, ciática y tosferina)
nos autorizan a pensar que el ámbito de sus aplicaciones se irá extendiendo”.
¿Ha sido así? No, ciertamente. El poder de los laboratorios farmacéuticos
se impuso tras las guerras mundiales y fue mucho más fuerte que la labor de Quinton. Hoy, sin embargo,
crecen sus discípulos que actúan y siguen su método ya por todo el mundo.
EL DOCTOR ÁNGEL GRÁCIA
Aquí le ven. Tiene 82 años y lleva décadas bebiendo agua de mar.
Doctor en Veterinaria, premiado en todo el mundo, presidente de la Fundación
Seawater con sede en Florida y autor de libros con títulos como “El poder
curativo del agua de mar”. Ángel Grácia, maño, de Zaragoza, con un curioso
acento hispano. Defensor a ultranza de las teorías de Quinton y promotor de
una ‘hoja de ruta’ para llegar a lo que él llama la “Cultura de la Salud” frente a la
“cultura de la enfermedad que nos tiene impuesta el sistema”. “Tenemos derecho
-asegura- a vivir y morir sanos. El agua de mar y el sol (¿les suena? ¿a Grecia
tal vez?) son la solución gratis. Pero interesa que la gente esté enferma,
enferma para no pensar“.
En ‘El Proyecto Matriz’ http://elproyectomatriz.wordpress.com/2010/12/01/dr-angel-gracia-la-hoja-de-ruta-de-la-salud-i
encuentras su trabajo y sus documentadas teorías. Sus
referencias a Quinton y, entre otros, a Otto Warbürg, Premio Nobel por su
Respiración Celular: “Todas las enfermedades son ácidas y donde hay oxígeno y
alcalinidad no puede haber enfermedad, incluido el cáncer”, dijo Warbürg entre
1930 y mediados de la década de los 40. En pleno tiempo convulso.
“El agua de mar alcaliniza el medio interno de un organismo,
además de nutrirlo”, asegura Grácia. Es el alimento de los mamíferos marinos,
tan cercanos y no tan diferentes al hombre.
El agua de mar es lo que ayudaría frenar la desnutrición
infantil (posee en su composición todos los minerales y oligoelementos de la
Tabla Periódica), irrigaría desiertos y aportaría calidad a la alimentación del
ganado.
¿Ciencia ficción? No: ya se está practicando.
DESDE DISPENSARIOS EN AMÉRICA A CULTIVOS EN ÁFRICA
Eritrea, África. Un desierto… regenerado gracias a las aguas
del Mar Rojo. El vergel surge; ahí crece el mangle y la salicornia (lo ves en
la foto). De las semillas de esta última se extrae incluso aceite para el
consumo. Los animales y los hombres vuelven a la vida en lo que antes era un
entorno árido, difícil y hostil.
Nicaragua, Centroamérica. ‘Dispensario Marino’ Santo Domingo.
Ahí el agua de mar se utiliza como complemento nutricional en gran medida pero
también en tratamiento de enfermedades. Los resultados, según refleja la
Fundacion Seawater, pasan por la disminución del consumo de medicamentos en
enfermos crónicos (hipertensión arterial, reumatismo, cardiopatías, diabetes,
artrosis) y la solución total a rinitis alérgicas, casos de cirrosis o
psoriasis.
En La Ceja, Colombia, el consumo de agua de mar está
generalizado. Y el cartel con la frase de Eurípides (otra vez Grecia) está
presente en cafés, restaurantes, escuelas y pabellones deportivos.
¿Qué más nos queda en este viaje? Lo más importante. Cómo
tomar el agua de mar. Cuándo tomarla y, en tu día a día, para qué tomarla.
Vamos allá.
EL AGUA DE MAR EN TU DÍA A DÍA
“Nuestra recomendación para aprender a beber agua de mar
-explica el doctor Ángel Grácia- es que se haga poco a poco. Se puede añadir
limón al gusto”.
Lo ideal es combinar una porción de agua de mar y tres
porciones de agua al uso, añadiendo lo que nos recomienda el doctor Grácia:
zumo de limón. Al menos, comenzar así su ingesta.
Los defensores del agua de mar aseguran que puedes recogerla
del mar directamente (aunque ya se vende embotellada con la etiqueta
‘Biomaris’). La ósmosis actúa frente a la contaminación. Lo hace así, en
palabras del experto Carlos G. Dreyfus: “Si una bacteria, virus u hongo de
origen terrestre caen en el mar, por acción de la ósmosis, se deshidratará y se
desactivará. Esto garantiza que el agua de mar no se puede contaminar. La
ósmosis toma su tiempo para actuar. En los lugares puntuales donde se depositan
desechos de origen terrestre, no es recomendable tomar agua. Lo correcto es
buscar lugares donde garanticemos que la ósmosis ha tenido suficiente tiempo
para actuar”.
Es diurética, no produce
hipertensión (el agua de mar está salada, pero no por la sal tratada de consumo
habitual), ayuda a limpiar nuestro intestino (se utiliza el procesos
depurativos), actúa a modo de bebida isotónica perfecta, descongestiona las
vías respiratorias, hidrata la piel y
resulta excelente en la cocina sustituyendo al agua habitual.
Se almacena en una botella al uso, alejada de la luz del sol
directa. No tiene fecha de caducidad y, a mayores, cuenta con el marchamo
médico.
Aquí tienes un informe de profesionales de la Medicina que
avala su consumo habitual en la dieta (como su recogida directa de las playas).
http://www.aquamaris.org/manifiesto-de-medicos-a-favor-del-agua-de-mar-como-fuente-de-vida-y-salud/
En él, el grupo de doctores firmantes indica que dolencias de
tiroides, cardiopatías, arritmias, estrés, depresión, insomnio o enfermedades
de la piel han experimentado una gran mejoría sólo con tomar agua de mar.
Ahora sólo te queda llenar un vaso y brindar con ella.
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